ESTATUTO CATALUÑA

SÓLO EL "GILIPOLLAS" GRITADO A DURAN DESDE LOS BANCOS DEL PP ALTERÓ LA NORMALIDAD DEL DEBATE

MADRID
SERVIMEDIA

El pleno del Congreso de los Diputados vivió hoy un debate de aprobación de la reforma estatutaria de Cataluña con mucha expectación, aunque no más crispado que las sesiones habituales, en la que sólo un "gilipollas" gritado desde los bancos del PP al portavoz de CiU alteró la normalidad.

El portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran i Lleida, hacía uso de su turno de réplica desde la tribuna cuando se escuchó algo desde los bancos del PP que llevó al diputado a encararse con este partido y a parar su discurso.

El presidente del Congreso, Manuel Marín, confesó que había escuchado el "improperio", pero no había identificado a quien lo había pronunciado, por lo que no podía formular una llamada al orden formal.

Sin embargo, Marín comunicó después que había retirado de las actas de estenotipia y de formato informático tal improperio para que no figure después en el Diario de Sesiones.

Algunos diputados explicaron después en los pasillos que el "improperio" en cuestión había partido del diputado del PP Julio Padilla.

Las actas de la sesión reflejan varias interrupciones por rumores y aplausos en casi todas las intervenciones, y también coletillas y apostillas de diversos diputados desde sus escaños al orador, pero el debate se celebró incluso con más serenidad de lo que viene siendo habitual en las sesiones de control de los últimos tiempos.

Eso, sin embargo, no fue óbice para que el contenido de las intervenciones fuera contundente y duro en muchos casos, especialmente en los cruces entre el líder del PP, Mariano Rajoy, y el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asistió a buena parte del debate, aunque su ausencia inicial mereció los más duros reproches por parte de Rajoy. Su posición fue expresada en el pleno por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

Rodríguez Zapatero tuvo tiempo para escuchar gran parte del debate desde su escaño, reunirse durante más de media hora con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, y conversar en los pasillos con diputados de su grupo y de otros.

Maragall centró la atención de los medios de comunicación, en parte debido a alguno de sus ya casi habituales despistes, como sentarse en la tribuna de prensa pensando que estaba en la de invitados.

Después de eso pidió el cinturón prestado al secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, para posar en la foto junto a Rodríguez Zapatero.

Eran más de las tres y media cuando los diputados comenzaron a votar, llamados uno a uno después de que el PP pidiera votación pública por llamamiento.

El inicio de la votación tuvo también anécdota. El sorteo arrojó el nombre del presidente de Coalición Canaria, Paulino Rivero, como primero en ser llamado a votar para comenzar después la secuencia por orden alfabético.

Marín confesó en ese momento que el método utilizado para realizar el sorteo tiene una denominación "horrible, y no se por qué", a la sazón, "insaculación", según la Real Academia de la Lengua, "poner en un saco, cántaro o urna, cédulas o boletas con números o con nombres de personas o cosas para sacar una o más por suerte", o bien "introducir votos secretos en una bolsa para proceder después al escrutinio".

Las imágenes más esperadas de la votación fueron las del líder de la oposición y los miembros del Gobierno. Los momentos en los que se levantaron para decir "no" en el primer caso y "sí" en otros fueron captados por los reporteros gráficos.

Las mayores ovaciones fueron para Rajoy por parte de los bancos del PP y de Rodríguez Zapatero y José Montilla por parte de los socialistas. También se llevaron un buen aplauso el presidente de la Comisión Constitucional, Alfonso Guerra, y el del Congreso, Manuel Marín, al pronunciar su "sí".

Todo el PP votó en contra, igual que ERC, PNV y Eusko Alkartasuna. Los demás votaron a favor excepto las excepciones de Nafarroa Bai y Chunta Aragonesista, y hubo cinco ausencias en la votación, algunas de ellas, como la de Julia García Valdecasas, por motivos de salud.

(SERVIMEDIA)
30 Mar 2006
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