Juventud

Sólo el 14,8% de los jóvenes españoles están emancipados, la cifra más baja desde 2006

Madrid
SERVIMEDIA

La tasa de jóvenes que se han emancipado del domicilio familiar se sitúa en España en el 14,8%, un guarismo que es el más bajo desde 2006, según consta en la edición del Observatorio de Emancipación correspondiente al primer semestre de 2024 elaborado por el Consejo de la Juventud de España (CJE).

Los resultados de este trabajo se presentaron este jueves en un acto que contó con la participación de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego; la presidenta del CJE, Andrea González Henry; el responsable del Área Socioeconómica del CJE, Javier Muñoz; y el vicepresidente y responsable de comunicación e incidencia política del CJE, Pilar Blasco.

El Observatorio atestigua que la tasa de emancipación de la juventud española se situó en los primeros seis meses del año en el 14,8%, un 1,5% menos que hace un año, lo que representa la cifra más baja desde que al menos 2006, año en que el CJE mide esta variable.

Este guarismo, que rompe con las caídas observadas en los cinco últimos observatorios, es un 3,9% menor a la habida antes de que estallara la pandemia y un 11,3% inferior a la registrada antes de la crisis económica de 2008, siendo la edad media de emancipación de 30,4 años.

En su intervención, Andrea González Henry llamó a “no ser indiferentes” ante estas cifras, máxime cuando en 2008 se alcanzó el “máximo histórico” en lo concerniente a la emancipación de los jóvenes (26%).

En ese sentido, apuntó que “estas cifras no son sólo números”, sino que “representan proyectos de vida aplazados” y anunció que el próximo 30 de enero el Consejo de la Juventud de España presentará un informe en el que se mide cómo es la “calidad” de la emancipación de los jóvenes españoles.

La caída en la tasa de emancipación se produjo a pesar de que el salario mediano de los jóvenes subió un 4% y de la caída del 0,34% en el desempleo juvenil.

VIVIENDA

El Consejo de la Juventud de España subrayó que un elemento que ha resultado “decisivo” para la emancipación de los jóvenes fue el precio de las viviendas en alquiler, que en el primer semestre de 2024 se situó en 1.072 euros, un 13,6% más que un año antes, la cantidad más alta desde que hay registros y el triple que el salario mediano joven.

En ese sentido, si el salario mediano joven en el primer trimestre de 2024 era de 1.048,19 euros netos en doce pagas, a un joven le faltarían 23,81 euros para poder pagar un alquiler en solitario. Todo ello sin tener en cuenta los gastos de los suministros, de la comida o de cualquier contingencia que necesite en su día a día.

A pesar de que los jóvenes con trabajo son los que más se independizan, el 74,5% de los que trabajan siguen viviendo en el hogar familiar.

A su vez, el 70,5% de los hogares jóvenes están sobreendeudados (dedican más del 40% de sus ingresos a pagar la renta).

Cuatro de las seis comunidades autónomas con un mayor porcentaje de jóvenes fuera del hogar familiar (Comunidad de Madrid, Cataluña, Baleares y Canarias) son las únicas que tienen saldos migratorios positivos (reciben más población joven de la que se va y los que llegan no suelen ir acompañados de su familia) de chavales desde el extranjero como desde otros territorios.

En el caso de Baleares y Canarias, la insularidad provoca que muchos jóvenes de las islas pequeñas se tengan que desplazar a una de las grandes para trabajar.

De este modo, en las cuatro comunidades antedichas, según el CJE, “no es que hubiera mayores facilidades para emanciparse”, sino que “en muchas ocasiones las personas jóvenes se veían obligadas a emanciparse de cualquier manera; por lo general, compartiendo piso”.

El trabajo pone de manifiesto que tres de cada diez jóvenes en España están en riesgo de pobreza o de exclusión social (segundo segmento de la población más vulnerable tras la infancia), y que el 22,8% que tenía un trabajo era pobre, por lo que “contar con un salario no era excluyente de encontrarse en situación de pobreza”.

El documento refleja que los jóvenes dedican más del 30% de su salario a la vivienda, como lo prueba que en España el precio mediano del alquiler de una habitación es de 375 euros al mes, el 35,8% del salario neto mensual de un joven; mientras que en ciudades como Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife, Málaga, Las Palmas de Gran Canaria, Barcelona, Valencia o San Sebastián, la renta mediana superaba el 40% del salario medio joven.

Esto se produce en un contexto en el que el precio del alquiler se situó en junio de 2024 como el más alto de la historia: 1.072 euros al mes, un 13,6% más caro que un año antes. Esta cifra supone que un joven tendría que destinar el 102,3% de su salario para poder alquilar una persona en solitario.

Desde 2008, año en el que estalló la burbuja inmobiliaria, el salario mediano de un joven ha subido un 10,8%, frente al del alquiler, que lo ha hecho un 54%.

Del mismo modo, los precios de compraventa son un 9,8% más bajos que en 2008, pero para poder pagar la entrada de una vivienda un joven tendría que dedicar su salario íntegro de 4,5 años.

COMUNIDADES AUTÓNOMAS

A pesar de que la tasa de emancipación bajó en toda España, hubo tres comunidades autónomas (Galicia, Asturias y Cantabria) en las que había un mayor porcentaje de jóvenes viviendo fuera del hogar familiar que un año antes.

También se da la circunstancia de las grandes diferencias existentes sobre este particular, ya que en Asturias el 17% de los jóvenes estaba emancipado, frente al 11,2% de Castilla-La Mancha.

En lo concerniente al desempleo, se producen desigualdades, como lo atestigua que la tasa de paro sea del 13,9% en la Comunidad de Madrid y más del doble en Andalucía y en Extremadura; mientras que los salarios oscilan entre 1.284,92 euros netos en la Comunidad de Madrid y 834,21 euros netos en Canarias.

CONDICIONES LABORALES

Por su parte, el salario mediano de los jóvenes subió un 4% interanual hasta los 12.578,32 euros netos anuales; sin embargo, si el cálculo se fija a precios corrientes de 2006 para aislar el efecto de la inflación, el poder adquisitivo real de éstos cayó un 6,7%.

El 25,7% de los jóvenes con trabajo estaban contratadas a tiempo parcial, el 42,3% de las cuales querían hacerlo a tiempo completo, pero no encontraban trabajo que se lo permitiera.

La tasa de paro cayó ligeramente en el primer semestre de 2024, hasta el 19,8%, la cifra más baja desde 2008; sin embargo, la tasa de actividad era del 54%, un 13,3% menos que hace 16 años. Del mismo modo, la tasa de desempleo es más pequeña entre quienes tienen estudios superiores (12,4%) que quienes tienen estudios primarios (39,1%). A pesar de ello, el 36,1% de quienes trabajan están sobrecualificados, 11,11% más que hace un año.

El primer semestre de 2024 concluyó con el mayor número de jóvenes autoempleados desde 2010; mientras que los jóvenes empresarios (con o sin otras personas empleadas) supone el 5,9% del total de la juventud ocupada.

A pesar de lo anterior, los beneficios medianos de un joven autónomo seguían siendo muy inferiores al salario joven mediano: 3.947 euros netos al año. Si a ello se añade la cuota de autónomos de 230 euros mensuales, los jóvenes autónomos eran menos que antes de la crisis de 2008.

Por último, el 88,8% de la juventud que no trabaja ni busca empleo no lo hace porque está estudiando; mientras que la tasa de ‘ninis’ (no estudian y no trabajan) es del 2,1% de la juventud inactiva, 70.477 personas, frente al 34,1% que trabajan y estudian a la vez.

PROPUESTAS

Ante esta situación, Pilar Blasco puso de manifiesto que “aunque trabajemos no se nos deja decidir cómo será nuestra vida” y aseveró que “comprar una casa es una especie de fantasía que sólo se hace realidad mientras dormimos”. “¿Qué más hace falta para que se realicen políticas que permitan paliar esta situación?”, se preguntó.

En ese sentido, reclamó “actuar ya” a través de “una mayor cooperación y colaboración por parte de las administraciones públicas” y subrayó la importancia de “garantizar que los jóvenes dediquen menos del 30% de su salario a la vivienda”, “cumplir la regulación de los precios de alquiler”, “regular las viviendas vacías”, “limitar las viviendas de uso turístico”, “incluir las habitaciones en la Ley de Arrendamientos Urbanos”, “mayor protección para los inquilinos de alquileres temporales”, “construir más vivienda pública”, “lograr un bono de alquiler joven más efectivo”, “cambiar el IMV” para permitir su acceso a los jóvenes y “contar con los jóvenes en el desarrollo de las políticas públicas”.

Pilar Blasco denunció que “se nos está impidiendo nuestro pleno desarrollo como personas” y a pesar de reconocer que “no hay una varita mágica para arreglar la situación”, pidió que se pongan en marcha “políticas a medio y largo alcance” que permitan afrontar la crisis de vivienda que sufren los jóvenes.

Tras dejar claro que el Consejo de la Juventud de España seguirá presionando para que “dejemos de sobrevivir y empecemos a vivir”, refrendó que “sólo de esta manera nuestra democracia será mejor”.

(SERVIMEDIA)
16 Ene 2025
MST/gja