Soler señaló que encontró "normal" qe Bordoy quisiese "tomar un café" con él, con el pretexto de que "era mallorquín". Sobre lo que le explicó Bordoy, Soler se ha limitado a decir que le pareció "una novela de ciencia fición".

Bordoy tiene en su poder un documento firmado por Eduardo Vellibre, presidente del PP de Calviá, el que éste se compromete a pagar la multa de cien millones de pesetas fijada por el juez por el denominado `caso Calviá'.

El abogado de Bordoy, Antonio García de la Rosa, ha negado que su defendido vaya a presentr una demanda civil contra Vellibre por incumplimiento de lo acordado. Vellibre, por su parte, podría interponer una querella contra Bordoy por coacciones y amenazas.

El partido socialista de Baleares y la coalición IU han pedido a la fiscalía que abra diligencias informativas que supongan la reapertura del caso, sentenciado en 1993.

IU ha anunciado que "en caso de que la fiscalía no actúe de oficio estudiáremos pedírselo directamente al fiscal". Desde las filas socialistas, el secretario generalFrancisco Triay, ironizó sobre la entrevista de Soler con Bordoy en Cuba, y aseguró que en la isla caribeña "te puede pasar de todo".

"UNA NOVELA DE CIENCIA FICCION"

Soler indicó que no se sintió "en ningún momento" chantajeado. "Lo único que me consta es haber oido una novela de ciencia ficción por lo que el PP tiene una tranquilidad total y absoluta", agregó.

El presidente balear aconsejó a Bordoy que remitiese toda la información "al partido". Sobre una hipotética reapertura del caso, añadióque "serán absolutamente respetuosos con la justicia".

Según publica hoy el rotativo Ultima Hora, Bordoy asegura tener "cintas grabadas" comprometedoras para altos cargos del PP de Baleares. El rotativo informa también que la entrevista en Cuba fue registrada magnetofónicamente, e incluso con una cámara.

Además de Bordoy, el abogado Miguyel Deiá y el promotor inmobiliario Guillem Guinard fueron condenados por la Audiencia de Palma por este caso. Deyá y Ginard debían hacer frente también a una mula de cien millones de pesetas, que ahora Bordoy le reclama a Vellibre.

La sentencia, que considera probado que hubo un intento de soborno para obtener la alcaldía de Calviá, establece que además de los condenados podía haber otras personas sin determinar que estuviesen implicadas en el caso.