Según el ministro, no se trata de falta de una historia y unos valores comunes, sino de conciencia colectiva, por o cual recalcó la necesidad de que el principio de subsidiariedad no impida avanzar en la creación de ese espacio común cultural que se integre en el resto de políticas comunitarias.

Los titulares europeos de Cultura debatieron las conclusiones sobre el documento "Nuevas perspectivas para la acción de la Comunidad en el ámbito cultural", que se comenzó a discutir durante la reunión de Birmingham, el pasado 7 de septiembre.

Solé Tura centró su intervención en la necesidad de estudiar caso por casolos temas afectados por el principio de subsidiariedad, "a fin de encontrar lo esencial de ese principio que debe equilibrar los intereses concretos y el interés general".

También se refirió al respeto a las características y culturas regionales y nacionales como un principio fundamental, pero advirtió que el gran reto es la creación de un gran espacio europeo, por lo que la subsidiariedad no puede ser restrictiva ni impedir que se lleven a cabo las tareas fundamentales.

"La cooperación cultural s una vía importantísima para una Europa solidaria e integrada en torno a la democracia y la tolerancia, valores esenciales de nuestro acervo cultural", afirmó el ministro, que también resaltó la importancia de colaborar con países de la Europa no comunitaria, Iberoamérica y el Mediterráneo.