SOLE TURA ANUNCIA UN PLAN INTERMINISTERIAL PARA SALVAR AL CINE PERO NO DA FECHAS NI DETALLES SOBRE SU CONTENIDO

MADRID
SERVIMEDIA

Jordi Solé Tura anunció hoy un proyecto para fortalecer la industria cinematográfica española en el que intervendrán los ministerios de Cultura, Industria, Economía y Hacienda y Obras Públicas y Transportes, pero no ofreció detalles de su contenido ni tampoco quiso comprometerse a dar una fecha para su redacción definitiva.

En el mismo acto se presentó un estudio realizado por Fundesco sobre la evolución de las cifras del cine nacional en la década comprendida entre980 y 1991, que pone de manifiesto el enorme descenso de las producciones nacionales, debido fundamentalmente a la debilidad del sector empresarial.

El plan interministerial, en el que ya está trabajando un grupo constituido por varios directores generales, pretende crear una infraestructura empresarial sólida que dé aliento a este sector que, según el ministro, "goza ya de un notable reconocimiento internacional".

Las directrices de este plan se traducen en una serie de incentivos y de ayudas paa fomentar la consolidación de una industria fuerte, "pero esta situación no se resuelve con medidas parciales ni desde un sólo ministerio", manifestó Solé Tura, "porque no tiene sentido que Cultura dé ayudas si luego no hay una política uniforme de apoyo".

En su opinión, la subvención pública debe mantenerse por el momento, para no producir un vuelco en la situación actual, pero señaló que "habrá que pensar en el futuro en dar ayudas a planes globales de realización de las productoras, en lugar de suvencionar películas concretas, como se hace ahora".

DESCENSO DE PRODUCCIONES

El estudio de Fundesco, "La Industria Cinematográfica en España (1980-1991)", elaborado por un equipo de especialistas encabezado por José María Alvarez Monzoncillo, revela que el número de producciones al año de la industria española descendió en este período de 118 películas a 64, lo cual supone una bajada del 85 por ciento.

A ese bajo nivel de producción se unen, según el informe, la debilidad económica de los produtores y su dispersión, ya que las compañías de este campo son pequeñas y sin apenas capacidad de presión, como ocurre con las denominadas "major" americanas, que dominan el mercado internacional.

Los elevados costes de producción, la casi exigua colaboración entre el cine y las televisiones, la escasa conexión entre las películas y los gustos del público, la creciente dependencia de las subvenciones y la falta de promoción y venta de los largometrajes españoles han desembocado en la actual crisis.

Alvarez Monzoncillo destacó la progresiva concentración que se produce tanto en las distribuidoras como en las salas y en determinadas películas. En 1991, las diez grandes distribuidoras controlaban casi el 90 por ciento de la recaudación total del país, mientras que en 1980 esa porción era sólo del 55 por ciento.

La mayor parte de las salas de exhibición en nuestro país recaudan menos de lo necesario para subsistir, mientras que el 35 por ciento de este negocio a nivel nacional se centró en sólo elpor ciento de las pantallas, según se desprende del estudio.

(SERVIMEDIA)
29 Mar 1993
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