LOS SOLDADOS ESPAÑOLES REALIZARAN CON EL CASCO DE LA OTAN LAS MISMAS MISIONES HUMANITARIAS REALIZADAS BAJO MANDO DE LA ONU
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El comandante del Ejército español Cano Valena, qe llegó a Bosnia hace 4 meses, ha manifestado que la misión de los soldados españoles en la zona tras los acuerdos de la paz "no se va a modificar demasiado, ya que en definitiva la organización del trabajo va a ser muy parecida a la que hemos tenido hasta ahora".
Según dijo, los soldados españoles destacados en Bosnia han restado importancia al cambio de casco azul por el casco de la OTAN. "Es el color lo único que realmente cambia", afirmó.
Las declaraciones de Cano Valena son corroboradas por odos los oficiales del cuartel general de las tropas españolas instalado en Medjugorje. Entre la tropa española, que ayer recogía sus nuevas boinas verdes, tampoco hay inquietud por el traspaso de la dependencia de la ONU al mando de la OTAN.
La situación en la zona de Mostar es tranquila. "Se ha notado un cambio. Esta vez sí que se ve que la población está luchando realmente por la paz y por rehacer sus vidas", recalcó Cano Valena.
Los cascos azules españoles relataron a Servimedia que no quiere abandonar su labor de ayuda humanitaria porque, según dijeron, es lo que más compensa su trabajo.
En los últimos días, los soldados españoles están especialmente satisfechos por haber salvado la vida a una niña musulmana que había sufrido quemaduras en casi todo su cuerpo y que ahora se recupera en España.
"En el traslado desde Mostar al aeropuerto de Split", relató el soldado Víctor Gómez, "jugamos con ella, le dimos de comer y creo que conseguimos que se olvidara durante el camino del dolor qu sentía por las quemaduras". "Me siento orgulloso porque creo que hice algo importante".
ANIMO ELEVADO
Los ánimos en la Agrupación Aragón, que llegó a Bosnia hace menos de dos meses, "no pueden estar más altos", según afirmó la soldado Concepción Benito, que desde su puesto en el equipo de psicólogos del destacamento es una de las responsables de velar para que la moral de la tropa no decaiga, especialmente en estas fechas navideñas.
Su apoyo y el de sus compañeros de equipo es vital también paa la población de Mostar. "Se ven muchas depresiones, aunque desde que se ha firmado la paz la gente está más contenta, al menos así lo parece", indicó.
Los ánimos también son mejores en los últimos días en los campos de refugiados, que de forma voluntaria visitan cada semana un nutrido grupo de representantes de la Agrupación Aragón.
Por propia iniciativa, ocupan parte de su tiempo libre, casi siempre el domingo por la mañana, para llevar juguetes a los niños de esos campos, juguetes que lleganBosnia enviados por los familiares de los militares.
"Mi hija de 7 años", cuenta orgulloso el brigada Miguel Hernández, "ya me ha mandado varios de sus muñecos desde Huesca. Nos han llegado tantos regalos últimamente que hemos tenido que pedir a los oscenses que de momento no envien más".
Los soldados españoles continúan con un trabajo que le reporta la satisfacción de devolver la sonrisa a un niño, que es el deseo de los cascos azules españoles en Mostar, que en las próximas horas pasarán a depnder de la OTAN.
"Lo de menos", aseguró el capitán Miñana, "es lo del color del casco, lo importante es que de momento nuestra misión no tiene que cambiar en lo escencial, que es ayudar a la gente que lo está pasando mal".
A partir de hoy y mañana, los soldados españoles se verán obligados a imponer el cumplimiento de los acuerdos de paz para la ex Yugoslavia de Dayton (EEUU), firmados el pasado 14 de diciembre en París (Francia).
(SERVIMEDIA)
19 Dic 1995
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