El centro, séptimo construido en el mundo dentro de la alta tecnología biológica, se dedicará a la investigación de las dos principales enfermedades que ha afectado a la ganadería española, la peste porcina africana y la peste equina, así como a otras foráneas con peligro de expansión.

El edificio, totalmente libre de barreras arquitectónicas para los minusválidos, que acoge el centro se clasifica como inteligente ya que está regido por un ordenador central y dispone de fuertes condiciones de seguridad para evitar la expansión de los virus estudiados -que podrían afectar a animales, nuca a personas.

Su estructura es de doble hormigón armado para gaantizar la calidad de los compartimentos estancos y cuenta con filtros de aire, que van al exterior, que aseguran la eliminación de todo tipo virus.

Asimismo, todos los desechos, tanto líquidos como sólidos, son descontaminados antes de salir del edificio.

En la parte central de este edifico, de casi 11.000 metros cuadrados cuadrados de superficie, se concentran los puntos de mayor riesgo de contaminación: 44 laboratorios y 21 animalarios -donde estan los animales en observación-.

A esta zon sólo se puede acceder después de desprenderse de las propias ropas y objetos personales y ponerse unas para usar dentro del recinto, y conlleva la obligación de ducharse a la salida.

En un edifico contiguo se sitúa la zona de toxicología del Medio Ambiente, que realiza programas para que otros laboratorios analicen con más facilidad la contaminación en el medio acuático, tanto en el mar como en los ríos.

Para regir el centro, su director José Manuel Sánchez-Vizcaíno, contará con la ayuda de un cnsejo técnico, que será el que fije la asignación de tiempo de sus funciones entre los usuarios del centro.

El ministro de Agricultura, Pedro Solbes, afirmó en la presentación que el nuevo laboratorio estará a disposición de la comunidad científica nacional e internacional, tanto de centros públicos como privados, priorizando las propuestas en base a su calidad científico-técnica y al programa sectorial de I+D del ministerio.

Solbes, además, aseguró que la eliminación de fronteras a partir del 1 e enero de este año cambia el concepto del control sanitario y afirmó que "la investiogación será un elemento fundamental en la mejora dela competitividad a largo plazo en la actividad agraria".

Según los estudios realizados que retomó el ministro, del 15 al 20 por ciento del valor total de los productos ganaderos se pierde por problemas en la sanidad animal, por lo que destacó el esfuerzo del INIA (Instituto Nacional de Investigación Agraria) para combatir las enfermedades de los animales.

ElCentro de Investigación en Sanidad Animal fue proyectado en 1987 para diagnosticar ydesarrollar programas de erradicación de enfermedades exóticas. Su funcinamiento efectivo, dada las normas de seguridad a cumplir por los científicos, está previsto que comience dentro de seis meses.