Cabe recordar que el PSdeG ya obtuvo su peor resultado histórico en 2020 con 14 parlamentarios y 253.750 votos. Entonces, aunque mantuvo los 14 parlamentarios de 2015 y obtuvo más porcentaje de apoyo (19,39%) en las urnas, el número de votos fue el peor en la historia democrática y mantuvo la tendencia de pérdida de votos iniciada en 2009, cuando cedieron el Gobierno de nuevo al PP, esta vez a Alberto Núñez Feijóo, tras el paréntesis del Ejecutivo de coalición PSOE-BNG con el socialista Emilio Pérez Touriño de presidente.

En las filas socialistas eran conscientes de que el voto útil progresista lo asumía el BNG pero confiaban en que ellos mantendría el respaldo electoral de manera que fuera posible un suma para desbancar al PP de la Xunta. De hecho, sentencian en que el incremento del Bloque es todo gracias a caudal socialista.

Sin embargo, en la dirección del PSdeG y del PSOE insistían en que no había “pulsión de cambio” en la sociedad gallega y era “difícil” alcanzar el gobierno. Además, en la federación gallega hay quien defiende que “no hubo tiempo” para formar la candidatura de José Ramón Gómez Besteiro, designado en noviembre pasado en proceso interno tras ser impulsado por el propio Pedro Sánchez.

Los socialistas reconocen que su caudal de votos se ha ido al BNG y lamentan que “no se ha movilizado voto nuevo”, pero se aferran a que el voto socialista "esta vez no se ha quedado “en casa” sino que “ha acabado en otro partido” por lo que estiman que se puede recuperar con trabajo de “oposición” y construyendo “alternativa”.

De ahí que desde Ferraz hayan lanzado el mensaje, tanto en público como en privado, de cierre de filas con Besteiro y para liderar el proyecto del PSdeG en la oposición.

Además, en el PSOE señalan que los populares han obtenido el “peor resultado” y no han sacado rédito de cuestiones como la amnistía y eso le permite ver que “la gente no ha corrido en brazos de Feijóo”, pese a que han visto movilización en la derecha ante el "miedo" a perder la Xunta.

También en este contexto, en Ferraz trasladan que la situación queda como estaba con el PP a frente en Galicia pero que los socialistas, pese a su peor resultado, se han quedado en un 14,04% del electorado, lo que les convierte en un partido “vertebrador” de España frente a un PP que en Cataluña está en un 4% y en Euskadi, en el 6%. "Es un mal resultado pero otros llevan la penitencia en otros sitios", apuntan en la sede socialista.