En periodos de 10 ó 15 días, los chicos permanecerán en el campamento distribuidos, al igual que sus padres, por provincias. Habitualmente, los niños ocupan el lugar que dejan algunos trabajadores de Sintel que abandonan durante varios días el campamento para permitir la llegada de las familias de otros compañeros.

Durante todaslas mañanas, monitores voluntarios llevan a los chicos a actos culturales, como visitas a museos. Tras disfrutar de un baño en las pequeñas piscinas habilitadas en el campamento, los chicos dedican la tarde a trabajos manuales o a recibir clases de idiomas -francés e inglés- por parte de profesores nativos voluntarios.