La ministra desvló ayer cúales van a ser las prioridades de su departamento en esta legislatura, que parten de la aplicación de un decreto de las Humanidades, la reforma de la Ley Universitaria y un proyecto de ley para mejorar la calidad de la enseñanza, que supondrá modificaciones en las tres leyes órganicas, LOGSE, LODE y LOPEG.

Para la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT (FETE-UGT), la revisión de algunos aspectos de estas leyes es "positiva". También apoyan que se potencien las materias troncalesen la ESO, que exista una adecuada atención a la diversidad, que se mejore el currículo del bachillerato o se potencien la Lengua, las Matemáticas, los idiomas y las Humanidades.

Sin embargo, FETE-UGT recuerda que "llevamos años escuchando a sucesivos ministros de Educación repetir que se potenciarán determinadas actuaciones", como el fomento de la lectura, nuevas tecnologías, o incremento de becas, pero que después "no se concretan en la práctica".

En una línea más crítica se manifestó el sidicato CCOO. En concreto, discrepan sobre la forma y el alcance de las propuestas de reforma de la Formación Profesional, de la LOGSE, LODE, LOPEG y LRU.

"Es inadmisible", señala en un comunicado, que sin el acuerdo de los agentes sociales, las comunidades autónomas y los diferentes ministerios se pueda abordar una ley de Formación Profesional, "que consideramos absolutamente necesaria".

Tampoco comulga con la pretensión de modificar la promoción de los alumnos para conducir hacia la formació laboral a los que no alcanzan los objetivos de la ESO. "Es una vuelta al desprestigio de la FP", advierte.

Por su parte, el sindicato USO da un margen de confianza a los planes de la ministra, si bien asegura haber echado en falta "un plan para reforzar la educación en valores".

"Nos ha causado sopresa la decisión de alargar la búsqueda consensuada de soluciones para la asignatura de Religión. El ministerio debería haber llevado la iniciativa y no plegarse a los intereses de los que rechazande manera tajante la presencia de esta asignatura en los centros de enseñanza. Esto supone que no se va a reforzar, de manera inmediata, la educación en valores. Una lástima", concluye.

Asimismo, la Confederación de Sindicatos de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza (STEs) saca su propia conclusión de la intervención de Del Castillo: "La ministra demuestra que la educación no es un prioridad para el Gobierno".

STEs argumenta su crítica en el hecho de que falta concreción en materia ecoómica. "La mayoría de las medidas que ha planteado", concluye, "no podrán llevarse a cabo si no hay una financiación adecuada".