Según estos colectivos, la prueba en sí fue "técnicamente mediocre", lo que se traduce en una diferencia "demasiado grande" entre los resultados obtenidos tras las evaluaciones que realiza el profesorado y las conclusiones del examen de Aguirre.

En este sentido, sindicatos y FAPA señalaron que "mientras el alumnado que viene repitiendo 6º de Primaria en los últimos años se sitúa en un 5,6%", en Madrid "el porcentaje de resultados no satisfactorios en Matemáticas y Lengua ronda el 30%", una diferencia a su juicio excesiva "que sólo puede explicarse por el erróneo planteamiento de la evaluación".

Esta "ausencia de rigor en el proceso de elaboración y aplicación de la prueba" se debe, tal y como explicaron estas organizaciones, "a la motivación meramente coyuntural y partidista que justificó la decisión: poner en cuestión el proceso de reforma educativa y sumar protagonismo político".

FAPA "Giner de los Ríos", CCOO y UGT recordaron a Aguirre que "la educación no puede ser nunca utilizada como arma arrojadiza y una evaluación sobre ella entraña tal responsabilidad que exige el máximo consenso de todos los agentes que intervienen en el proceso educativo".