La SGAE considera que esta demanda es "un clamor entre todas las familias implicadas en la industria musical (compositores, artistas, compañías discográficas, promotores, productores) para evitar el agravio comparativo con el sector editorial y reivindicar la música como bien cultural de primera necesidad".

Según la entidad de gestión, los más de 42.000 socios musicales de la SGAE (compositores sinfónicos, de música popular y letristas) nunca han podido comprender porqué un disco de Camaró de la Isla, Manuel de Falla o Tete Montoliu recibe la consideración fiscal de "artículo de lujo", penalizada con un IVA del 16%.

"Teniendo en cuenta que los libros disfrutan de un IVA superreducido, en su calidad de productos culturales, es de una lógica aplastante que los soportes fonográficos reciban idéntico trato", afirma la SGAE.

La SGAE puede entender que los gobiernos de los Quince no quieran prescindir de una fuente de ingresos que se traduce, en el caso español, en unos 72 millones de eros anuales, pero cree que los criterios recaudatorios no deben ser ajenos al concepto de equidad, y más cuando lo que está en juego es la promoción y difusión de la cultura.

"A medio y largo plazo", subraya, "la reducción del IVA en los discos, además de ser una medida justa, puede dinamizar y reforzar un sector productivo que, asfixiado por el problema de la piratería, experimentó una caída del 11% en sus ventas durante 2002".

Por otro lado, explica la SGAE, el 58% de los expertos consultados (irectivos discográficos, promotores y críticos musicales) entiende que reducir este tipo impositivo sería la "acción más eficaz contra la piratería, por encima de otras opciones como aumentar la eficacia policial".