Zuiri y Sáinz de Murieta, acompañados de dos guías, uno de ellos el montañero navarro Mari Abrego, coronaron la cima del Montblanc el pasado día 1 de julio y pocos días después emprendieron viaje hacia Tanzania, donde llegaron a la cumbre del Kilimanjaro el 14 de julio.

Con este nuevo reto los escaladores ciegos han querido reafirmar que la expedición al Aconcagua del año pasado, de la que ambos fueron protagonistas, junto al campeón paralímpico de atletismo Alfonso Fidalgo, no fue una casualidad. Ademá quieren contribuir a "dar a conocer que el mundo del montañismo es asequible para los ciegos", según afirmó Zubiri a Servimedia.

El cantante y montañero navarro aseguró que "los ciegos podemos hacer montañismo, con las limitaciones que tiene cada uno" y añadió que "todo el mundo tiene limitaciones y no todo el mundo puede aspirar a hacer escalada del grado más complicado".

Por ello, Zubiri aboga por conocer perfectamente las capacidades y limitaciones de cada uno y a partir de ahí plantear las mtas a alcanzar. "No podemos (los ciegos) plantearnos hacer ciertas cosas complicadas dentro del mundo de la escalada".

En este sentido, el cantante navarro descartó en principio la escalada al Everest como una meta próxima "porque no hay que confiarse". "Los ciegos pueden hacer montañismo, pero no podemos subirnos a los cielos. Antes habría que hacer muchas otras cosas, muchas otras escaladas y otras preparaciones", dijo.

Zubiri explicó que la técnica del montañismo de ciegos que él y sus compañeos usan es "lo más pura posible", es decir, "lo más parecido a lo que pueda hacer cualquier alpinista normal". Así la única adaptación que necesitan es que los guías que van delante de ellos "lleven unos cascabeles en sus botas, y a través del oído les seguíamos".

También, cuando hay una complicación el guía avisa al invidente, pero Zubiri resaltó que en muchas ocasiones los montañeros van sin hablar durante largo rato y únicamente guiados por el sonido de los cascabeles.

Zubiri valoró las tres epediciones que han realizado bajo patrocinio de la ONCE y recordó como la más difícil la primera, el Aconcagua, para la que necesitaron una gran preparación física. De las otras dos, las de estes mes, destacó el Montblanc como la más complicada técnicamente (los cuatro montañeros iban encordados en todo momento para prevenir accidentes) y el Kilimanjaro como la más exótica.

En cuanto a los planes de futuro, Serafín Zubiri aseguró que continuará haciendo montañismo, pero que piensa centrarse en la músia, en su nuevo disco y que no volverá a hecer una expedición de estas características hasta dentro de dos años o tres años. "Y el Everest seguro que no va a ser el próximo objetivo", concluyó.