LA SEQUIA Y EL INCREMENTO DE LOS PREDADORES "ARRUINA" LA TEMPORADA DE CAZA QUE FINALIZA

MADRID
SERVIMEDIA

La sequía y el aumento de las poblaciones de algunos predadores han convertido la temporada de caza menor que finaliza en una de las peores de los últimos años, según las primeras estimaciones realizadas por la Federación Española de Caza.

Alberto Ruiz, portavoz de la federación, aseguró a Servimedia que la temporada ha sido muy mala en caza menor, mientas que, por el contrario, en caza mayor los resultados obtenidos han sido buenos.

La mala situación de la caza menor en algunas comunidades autónomas ha obligado a cerrar la temporada antes de que se cumplieran las fechas inicialmente marcadas.

Esto ha ocurrido en todas las provincias de Castilla y León, excepto en Soria y algunos cotos aislados, y en algunas áreas de Castilla-La Mancha, como Toledo.

Para Alberto Ruiz, las condiciones meteorológicas y el aumento de las poblaciones de zorros,córvidos y algunas especies de rapaces han restringido y afectado negativamente a la caza de la perdiz.

Por el contrario, el conejo ha experimentado una mejoría generalizada, con especial incidencia en Castilla-La Mancha, Andalucía y Aragón.

Las distintas federaciones regionales han detectado un retroceso de la neumonía hemorrágico vírica y la mixomatosis, lo cual también ha influido en el incremento de las poblaciones.

CAZA MAYOR

No obstante, la temporada "se ha salvado" en algunas provinias que mantienen fijada la fecha de cierre en el 7 de febrero, como es el caso de Tarragona, Lérida, Gerona, Ciudad Real, Cantabria y Barcelona.

En el caso de la caza mayor la temporada ha sido buena en todas las comunidades. El jabalí, como preveían los responsables federativos el pasado mes de octubre, ha abundado, al igual que ha ocurrido con el venado, el corzo y el gamo.

Respecto a las acuáticas, no se cumplieron las expectativas más pesimistas y, a pesar de la mala situación por la que atrviesan algunos humedales, las restricciones impuestas en diversas provincias, como Madrid, donde está prohibida, ha favorecido a otras.

Por ello, en las zonas húmedas de La Mancha, en el Duero y en Valencia las nutridas poblaciones de acuáticas han permitido el desarrollo normal de la actividad cinegética.

(SERVIMEDIA)
25 Ene 1993
GJA