El presupuesto inicial de ingresos por cotizaciones sociales ascendía a 4.457.219 millones de pesetas, mientras que los recursos realizados se elevaban a 4.560.546 millones, con lo que la desviación fue dl 2,32 por cien.

La segunda fuente de ingresos de la Seguridad Social fueron las aportaciones realizadas por el Estado (1.691.045 millones) y los Organismos Autónomos Administrativos (313.676 millones). El resto correspondieron a tasas y otros ingresos (92.868 millones), ingresos patrimoniales (25.180 millones) y operaciones de capital (63.534 millones).

Los ingresos totales de la Seguridad Social ascendieron el año pasado a 6.746.849 millones de pesetas y los gastos a 6.740.163 millones, lo que upuso un superávit de 6.686 millones. Los ingresos se desviaron un 4,53 por ciento de las previsiones y los gastos un 4,43 por cien.

En el capítulo de gastos, las prestaciones económicas absorbieron 4.283.449 millones de pesetas, 37.267 millones por encima de lo programado. De esas prestaciones, 3.805.432 millones se destinaron a pensiones, 451.730 millones a subsidio de incapacidad temporal y 26.287 millones a gastos de administración.

El segundo apartado de gasto por su cuantía fue el dedicadola asistencia sanitaria, a la que se destinaron 2.134.477 millones de pesetas, 222.000 millones más de lo programado, lo que supuso una desviación del 11,58 por cien.

Dentro de este apartado, las mayores partidas se asignaron a atención primaria a la salud (401.689 millones de pesetas), atención especializada (664.183 millones) y transferencias a las comunidades autónomas por los servicios sanitarios asumidos (1.026.373 millones).

SERVICIOS SOCIALES

Los otros dos apartados de gasto son los Sericios Sociales, que absorbieron 195.198 millones de pesetas, y la Tesorería e Informática, a la que se destinaron 148.974 millones. En los Servicios Sociales destaca la Atención a Minusválidos (99.812 millones) y la Atención a la Tercera Edad (28.551 millones).

La solvencia presupuestaria de la Seguridad Social, que ha tenido superávits en los últimos años, fue resaltada por el ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, durante una comparecencia ante el Congreso la semana pasada.

Martínez Noval asguró que el ritmo de envejecimiento de la población española no supone un peligro para el equilibrio presupuestario de la Seguridad Social, como consecuencia del dinamismo de la economía española en la generación de empleo.