De este total, 15.709 millones de pesetas se dedicarán a la ampliación de la pensión de orfandad desde los 18 a los 21 años, y hasta los 23 años en el caso de orfandad absoluta (si no sobrevive ninguno de los progenitores).

Los otros 6.989 millones están destinados a la mejora de las pensiones de viudedad de los menores de 60 años con cargas familiares. La Seguridad Social destinó a estos dos fines 12.612 millones el año pasado.

La Ley de Pensiones establece la equiparación, en el plazo de res años (que finaliza en el 2000), de la cuantía de las pensiones mínimas de viudedad para menores de 60 años con cargas familiares con la cuantía mínima de estas prestaciones para beneficiarios de entre 60 y 64 años.

En 1998, 5.622 viudas y viudos se beneficiaron de esta medida. Está previsto que al finalizar el año 2000 este colectivo haya disfrutado de una subida adicional de sus pensiones del 31%.

En cuanto a los huérfanos, 33.523 jóvenes han ampliado su derecho a la prestación desde que entó en vigor esta norma. Para ese año está previsto que el colectivo de beneficiarios llegue hasta 49.000. Cuando la medida esté totalmente implantada, el incremento del número de huérfanos protegidos será del 23,6%.

La nueva ley establece, además, la compatibilidad de las pensiones de orfandad para los mayores 18 años que tengan retribuciones salariales, siempre que no superen el 75% del salario mínimo interprofesional.