El paro fue convocado por la Mesa Andaluza Pro Ley del Comercio, a la que no se unieron varias asociaciones provinciales de comerciantes. Sólo en Córdoba y Málaga se alcanzó un seguimiento superior al 80 por ciento, según los convocantes, mientras que en las restantes provincias el paro fue secundado por menos del 50 por ciento de los comerciantes.

Los propietarios de comercios protestaban además por la alta fisalidad y el Impuesto de Actividades Económicas, por la proliferación de grandes superficies y algunos puntos de la Ley de Arrendamientos Urbanos.

A pesar de que el Parlamento andaluz rechazó una propuesta de los partidos de la oposición para aprobar la Ley del Comercio, los responsables de la pymes y sindicatos integrados en la Mesa han exigido públicamente hoy su elaboración.

Tanto el sector empresarial como el sindical entienden que el comercio tradicional es el principal empleador en este sectr económico y achacan a la proliferación de grandes superficies la destrucción de empleo y el cierre de numerosos pequeños y medianos comercios.