"Nadie escapa a la justicia de un pueblo airado, y se va a producir un vacío social, un desprecio a ETA, y también a los que les apoyan, a los que no dicen lo que hay que decir en el momento adecuado", agregó.

En declaraciones a la Ser, dijo que hoy se ha convencio que "la brutalidad, la inhumanidad y la estupidez en la gente llega mucho más allá de lo imaginable" y declaró sentirse "avergonzado de compartir con esta gente la condición humana".

Bandrés recordó a ETA "cuando ellos pedían al mundo, a la gente, a los sindicatos, a los partidos políticos que salvaran la vida de algunos militantes suyos condenados a muerte en un consejo de guerra y buscábamos el apoyo de todo el mundo, del Papa, de la Iglesia y de todos y los apoyaban salvando aquellas vidas. Y ahoa resulta que la historia se hace exactamente igual, pero también exactamente al revés".

El presidente de la CEAR manifestó también que "ellos tienen la suerte de luchar contra una democracia, la democracia tiene límites; en cambio, la barbarie no tiene límites"