Para los responsables de este organismo del Estado, el aumento de la cartera de pedidos de nuevos barcos para empresas esapñolas refleja que el sector marítimo nacional comienza a tener síntomas de recuperación a pesar de la fase recesiva de la economía.

Un ejemplo de la reanimación de actividad mercante son los contratos que acaban de suscribir o están a punto de cerrar las principales sociedades navieras del país, como el encargo de Isleña de Navegación para que Astilleros Españoles (AESA) le constuya cuatro "buques ferry" en Gijón y Huelva por un importe de unos 3.000 millones de pesetas cada uno.

También la Naviera Pinillos ha anunciado el encargo de dos buques portacontenedores, con un coste de unos 3.500 millones de pesetas cada uno, cuya finalidad es completar la renovación de su flota en el plazo de cinco años.

Pero el último de los contratos más voluminosos de los últimos meses ha sido el de la Naviera Fernández Tápias con AESA para que le construya dos "superpetroleros" con un prespuesto de 25.000 millones de pesetas, cantidad similar a la que la empresa viene realizando en nuevas construcciones de buques de 1992.