En su intervención en un seminario sobre la colaboración entre organizaciones humanitarias y las Fuerzas Armadas en respuesta a desastres, Pardo rechazó la posición de quienes defienden que las Fuerzas Armadas no deben participar en esta tarea.

En su opinión, se trata de un "prejuicio" ante lo militar que no se corresponde con el trabajo que pueden realizar los soldados españoles en situaciones de emergencia. "No es positivo prescindir de ningún actor en esta materia. No somos ONG, pero hacemos un trabajo necesario y complementario", aseveró.

El responsable de Defensa recordó la participación de 600 militares españoles en la zona devastada por el "tsunami" del sudeste asiático, la labor del Ejército para llevar material humanitario a Guatemala y El Salvador o la presencia actual de 370 soldados españoles en Pakistán.

Desde 1989, añadió, España ha participado con más de 60.000 soldados en 40 misiones de paz y ayuda humanitaria auspiciadas por Naciones Unidas, lo que supone una prueba de la colaboración "codo con codo" para auxiliar a las poblaciones.

COLABORACION

Además, señaló que esa doble presencia es un trabajo que la sociedad española valora "cada vez más". "Hoy hay mayoría de ciudadanos con un sentimiento antibelicista pero que no se sienten antimilitaristas", aseguró.

En el encuentro, organizado por el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) en colaboración con la Agencia Española de Ayuda Humanitaria (AECI), también estuvo presente la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, quien subrayó la necesidad de seguir avanzando en la colaboración y coordinación para hacer frente a las catástrofes cada vez más frecuentes.

"Se han aumentado los recursos y también los mecanismos de coordinación", dijo. Además, adelantó, desde el Consejo de Cooperación se está trabajando en una estrategia para que España tenga una guía "clara, consensuada y compartida" que permita responder con una mayor eficacia ante las tragedias humanitarias.

La acción humanitaria, concluyó Pajín, requiere el diálogo continuo entre todos los actores implicados y la mayor coordinación entre ellos, manteniendo la independencia, imparcialidad y neutralidad.