La lectura de la sentencia, que ha sido pública, fue recibida con signos de alegría y lágrimas por parte del público asistente, así como con aplausos por parte de numerosos familiares de víctimas de la dictadura argentina concentrados en las puertas de la Audiencia Nacional.

Se trata de la primera sentencia que se dicta en un tribunal extranjero contra un miembro de la dictadura argentina por delitos de lesa humanidad.

Los magistrados consideran probado que en la República Argentina, a lo largo de todo el año 1975, e incluso con anterioridad, los responsables militares de cada una de las armas del Ejército, tomaron la decisión no sólo de llevar a cabo un golpe de Estado, que se materializó el 24 de marzo de 1976, "sino también de diseñar, desarrollar y ejecutar un plan criminal sistemático de secuestro, tortura, desaparición y, finalmente, eliminación física de toda aquella parte de la ciudadanía que reputaban sospechosa de ser subversiva".

Así, los máximos responsables militares diseñaron un plan de eliminación y desaparición sistemática de aquellas personas que consideraban contrarias a lo que denominaban "la moral occidental y cristiana".

Pocos días después del golpe de Estado, el almirante Luis María Mendía convocó una reunión en la que explicó "el método de 'lucha contra la subversión' e indicó que se actuase con ropa civil, operaciones rápidas, interrogatorios intensos, práctica de torturas y sistema de eliminación física a través de los aviones que, en vuelo, arrojarían los cuerpos vivos y narcotizados al vacío, proporcionándoles de esta forma una 'muerte cristiana'".

Igualmente, Mendía, siguiendo órdenes del comandante en jefe Emilio Eduardo Massera, y con conocimiento y conformidad de la alta jerarquía de la Armada, dijo que otro método de depuración a seguir sería que las detenidas embarazadas permanecerían con vida hasta el alumbramiento de los bebés.

BEBES

Los recién nacidos serían entregados a familiares de marinos, militares o civiles que previamente lo solicitasen en la Escuela Mecánica de la Armada (E.S.M.A.). "Con ello se pretendía conseguir evitar la 'contaminación' que supondría devolver los hijos a sus familias biológicas", dicen los magistrados.

"Nada más producirse el golpe comienza el desarrollo del plan sistemático anteriormente trazado, iniciándose la detención masiva de ciudadanos, acompañada de la práctica sistemática de la tortura con métodos 'científicos', el exterminio generalizado utilizando diversos métodos, entre ellos los lanzamientos de cadáveres desde aeronaves -conocidos como 'vuelos de la muerte'-,los enterramientos de los cadáveres en fosas comunes, las cremaciones de cuerpos, los abusos sexuales, produciéndose elsecuestro y la desaparición forzada de un número de personas que no ha podido determinarse hasta el momento ni por aproximación", añade la sentencia.

La sentencia relata cómo se hacía aparecer en las calles a las víctimas como muertos en enfrentamientos armados "inexistentes" y añade que las torturas se practicaban sistemáticamente sobre "todos y cada uno de los detenidos", a quienes se les aplicaba sesiones de "picana eléctrica" en diversas partes sensibles del cuerpo, como genitales y boca.

Según el relato de hechos probados, también se les sometía a la tortura del "submarino seco", que consistía en la introducción de la cabeza del secuestrado en una bolsa de polietileno, manteniéndola cerrada hasta que aparecían indicios de asfixia, soltando entonces y comenzando de nuevo.

Otra versión se llamaba el "submarino húmedo", que consistía en la introducción de la cabeza del detenido en un recipiente con líquido hasta los límites de la asfixia, reiterándose indefinidamente la operación.

Los torturadores también practicaban simulacros de fusilamiento con la víctima encapuchada, el sometimiento a servidumbre, golpes reiterados o múltiples agresiones sexuales sobre los mismos.

PARTICIPACION DE SCILINGO

Según los magistrados, Scilingo, que en el año 1976 formaba parte de la Armada de la República Argentina ostentando la graduación de Teniente de Fragata, participó en las reuniones en las que Mendía trazó las directrices que se iban a seguir a partir del golpe de Estado.

"El procesado conoció de este modo el plan antes de que este entrase en ejecución, antes del golpe, y de la misma manera que la gran mayoría de los integrantes en aquel momento del Ejército argentino lo hizo propio", afirman los magistrados, que añaden que, poco antes de las navidades de 1976, Scilingo comenzó a operar en la ESMA.

Los magistrados relatan las torturas de las víctimas, como eran tratadas en la ESMA y el sistema de funcionamiento del sistema allí organizado.

"Al llegar, conociendo cuales eran las actividades y la finalidad del Grupo de Tareas 3.3.2, pretendió formar parte del mismo", explica la sentencia. "Sin embargo, y por motivos de servicio, tuvo que conformarse con ser el jefe de electricidad y posteriormente asumir la jefatura de automoción. Lo que, de todas formas, le permitió realizar tareas complementarias sabiendo que formaban parte necesaria de la ejecución del plan (reparar automóviles e instalaciones, entre otras)".

"Precisamente por su ocupación y por su condición de oficial por la que ocupaba una de las habitaciones denominadas 'camarotes', situada en la planta primera del Edificio de Oficiales de la E.S.M.A., tenía pleno conocimiento de cuanto allí acontecía", sostienen los magistrados.

Así, Scilingo vio a varias embarazadas en la zona denominada "capucha" cuando se le requirió para que reparara sendos aparatos eléctricos, un ventilador y una avería en un ascensor.

VISITAS A "CAPUCHA"

"Durante sus visitas a 'capucha', lugar al que subió en unas diez ocasiones, el procesado pudo comprobar el número de detenidos, cómo se hallaban distribuidos, la penosa situación en la que se encontraban, las capuchas, los grilletes, las esposas, el tremendo olor nauseabundo que impregnaba la zona, en definitiva todo cuanto se ha descritomás arriba y que vivieron los secuestrados que estuvieron en el centro clandestino de detención de la Escuela Mecánica de la Armada y que han sobrevivido y han podido prestar testimonio sobre ello", añade la sentencia.

Por el puesto que ocupaba, Scilingo también supo de la adopción de niños de mujeres embarazadas previamente secuestradas por ser consideradas 'subversivas' y también supo de los denominados 'asados', o cremaciones de cadáveres.

Scilingo igualmente participó, actuando como chófer de un coche Falcon, en el secuestro de una persona de identidad no determinada acaecido hacia mediados de 1977.

Además, participó en dos de los denominados "vuelos de la muerte". El primero tuvo lugar en la primera quincena de junio de 1977 y en él 13 personas en estado de inconsciencia fueron lanzadas al vacío sobre el mar.

El segundo de estos vuelos en los que participó Scilingo se produjo en los primeros días del mes de agosto de 1977. Murieron 17 personas.

CONVICCION JUDICIAL

La convicción judicial sobre la culpabilidad de Scilingo se ha sustentados fundamentalmente en sus propias declaraciones judiciales perstadas en su día ante la Audiencia Nacional, aunque posteriormente se retractó.

El tribunal que ha juzgado el caso ha contrastado dichas declaraciones con toda la prueba testifical practicada y documentos, tales como cartas remitidas a diversas personas públicas argentinas por el acusado en distintas fechas.

Los magistrados han decidido dar mayor credibilidad a las primeras declaraciones judiciales, que, además, expresan hechos que resultan contrastables con otros medios probatorios.