En un comunicado, reclamó a las autoridades que no se produzcan devoluciones en caliente, que se adopten protocolos para la detección de la infancia vulnerable y que no se discrimine a ningún niño o niña por su país de origen.

“Ahora mismo, el mundo mira a la terrible guerra de Ucrania y la Unión Europea abre sus puertas a todas estas personas, incluidos los niños y niñas, para que puedan ser acogidos como se merecen. En cambio, en el sur de Europa seguimos cerrando las puertas a los miles de niños y niñas que huyen de conflictos como los de Sudán del Sur o Malí y también necesitan protección”, criticó Catalina Perazzo, directora de Políticas de Infancia y Sensibilización de Save the Children.

La organización mostró su preocupación por las imágenes y videos que "reflejan la violencia ejercida durante las actuaciones en frontera del pasado 2 de marzo".

Por eso, “pedimos que las operaciones en frontera se realicen con pleno respeto a los derechos humanos, con un protocolo de identificación de quienes necesiten especial protección y en particular de los niños y niñas migrantes y refugiados”, reclamó Perazzo.

Explicó que ese proceso de identificación de vulnerabilidades, que es "urgente crear", servirá para valorar cada caso de forma independiente y conocer en qué circunstancias se encuentra el menor.

“Tras el último salto, 40 menores han sido derivados a centros de acogida de menores", indicó, " pero creemos que más niños cruzaron y no han sido identificados o se han quedado en situación de calle”.

"Los menores que dejan sus países de origen huyen de guerras y conflictos, otros son perseguidos por su orientación sexual y explotados laboralmente, y buscan protección en Europa”, concluyó.