Este resultado parte de un crecimiento del margen operacional del 7,39 por ciento, basado en gran medida en el fuerte incremento de los ingresos derivados de servicios, que han alcanzado la cifra de 69.088 millones, un 21,87 por ciento más que el año anterior.

Según el Santander, la política de austeridad en el gasto seguida en el ejercicio se refleja en un crecimiento de los costes de transformación del 3,52 por ciento. El resultado de explotación, 121.07 millones, creció un 12,58 por ciento.

El total de provisiones y amortizaciones se eleva a 64.676 millones y la cobertura de morosidad se sitúa en el 101,43 por ciento.

El beneficio antes de impuestos alcanzó la cifra de 100.564 millones de pesetas, superior en un 11,03 por ciento a la registrada el año anterior.

Durante el último ejercicio, los activos totales medios fueron un 9,26 por ciento superiores a las del año anterior, ascendiendo a 6,014 billones de pesetas.

El informe complto de gestión del Banco Santander será presentado en la Junta General convocada para el próximo 6 de febrero.