Para esta instalación Suzuki propone ua reducción a 941 trabajadores y asegura que mantendrá la producción de los dos modelos japoneses "Vitara" y "Samurai" que ya fabrica, mientras que anuncia que dejará de hacer el producto español "Santana".

Para acometer esta reforma, la empresa presentaría una regulación de empleo la semana que viene con las extinciones de contratos que exija la citada reducción de plantilla, y cuya resolución debería estar lista para seguir con la fabricación en abril.

Junto a las propuestas de reducción de empeo, la multinacional japonesa solicita al comité de empresa un acuerdo de congelación salarial para 1994 y 1995, así como la revisión de derechos sociales, "en un intento por trasladar al convenio de Suzuki en España la reforma laboral que ahora está en el congreso", añadieron.

Los responsables sindicales acusaron a la multinacional japonesa de ofrecer una alternativa "que no soluciona nada" y que apunta a una salida de compromiso para "dar largas hasta que se liberalicen los mercados en Europa y entoces desentenderse de la fábrica española, ya que lo que nunca han dicho es que se desprenderán de su red comercial".

A su juicio, "la propuesta de los japoneses es inaceptable, y sólo aboca a una mayor radicalización del conflicto, ya que son 700 las empresas auxiliares que dependen de esta crisis", a la que Suzuki plantea como única solución industrial producir 25.000 unidades al año, la mitad de las que se comprometieron a alcanzar hace menos de un año.

Por su parte, el alcalde de Linares, Manul Rodríguez Méndez, calificó de intolerable la propuesta de la empresa y dijo que "es un intento de presionar a la ciudad y a la Administración que no vamos a tolerar", al tiempo que mantuvo la intención del Ayuntamiento de la localidad jienense de seguir movilizándose a las órdenes del comité de empresa de la factoría.

También el consejero de Economía de la Junta de Andalucía, Jaime Montaner, hizo referencia al conflicto de Santana en declaraciones a Radio Nacional de España, y señaló que la soluciónque se adopte "tiene que hacerse entre trabajadores y empresa, y no contemplamos la intervención en el mismo".

No obstante, Montaner dejó claro que la solución definitiva no dependerá de la actitud de los sindicatos tras la reunión con Suzuki, "porque es un conjunto de acciones y medidas de carácter industrial, financiero, laboral, de modelos o de productos lo que va a asegurar el futuro".