Los servicios de urgencias del Hospital de Navarra atendieron a Pedro Sanz Arriazu, de 33 años y vecino de Pamplona, que presenta herida por asta de toro en región izquierda del glúteo, con pérdida cutánea de unos 5 centímetros, que no afecta a planos profundos; Aitor López Varga, de 22 años y vecino de Vitoria, con traumatismo craneal banal y esguince cervical; Felipe Arribas Chozas, de 26 aos y vecino de Madrid, con las mismas lesiones que el anterior, y Raúl Azkona Morentín, de 29 años y vecino de Pamplona, con contusión torácica.

Según el parte médico facilitado por el centro hospitalario, el pronóstico de los cuatro heridos es leve y únicamente los dos mozos con traumatismo craneal quedaron ingresados en el servicio de observación.

El penúltimo encierro de los Sanfermines, reservado prácticamente para "los de casa" tras la avalancha del fin de semana, permitió a los mozos de Pamlona correr a gusto ante los seis toros de Torrealta, que realizaron la carrera en varios grupos, abriendo muchos huecos delante de la manada.

La torada salió estirada de los corrales de Santo Domingo y en los primeros metros de la cuesta se produjo un hecho insólito en esta zona, cuando un astado se giró, mirando a los corredores que se encontraban en el lado izquierdo, junto a la pared. Tres toros se colocaron muy pronto en cabeza y aumentaron el ritmo de la carrera, que transcurrió apenas sin incidntes.

En la curva de Mercaderes un corredor cayó al suelo ante los toros y fue pisoteado. En la calle Estafeta hubo bonitas carreras de los mozos, que llevaron perfectamente a los toros a punta de periódico. Un toro castaño que cerraba la carrera protagonizó momentos de tensión al pararse en el callejón y arremeter contra el vallado, aunque sin consecuencias.