Sánchez presentará a la Lola Ranera junto al presidente de Aragón y candidato del PSOE a la reelección, Javier Lambán, en unas elecciones en las que los socialistas creen que pueden acceder a la Alcaldía una vez que el actual primer edil, el popular Jorge Azcón, va a aspirar a la Presidencia del gobierno aragonés.

Cuatro meses han pasado desde la última visita de Sánchez a Zaragoza, en la que el PSOE congregó a más de medio millar de militantes y a todos los presidentes y líderes autonómicos del partido para, tras un Consejo Político Federal, activar el modo campaña en el partido y escenificar una unión que días después se tambaleó y en la que se abrieron grietas tras la reforma del Código Penal y la aplicación de la ley conocida como del 'solo sí es sí'.

Esa es la última y, por ahora, única apuesta de Sánchez con los presidentes autonómicos porque en estos actos del PSOE de precampaña el líder del PSOE se está centrando en arropar a los candidatos municipales y dejando libertad a los niveles autonómicos.

ACUERDOS IZQUIERDAS

El PSOE perdió la Alcaldía en 2015 después de los 12 años que estuvo al frente el socialista y exministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch. Pero, según fuentes socialistas consultadas por Servimedia, la marcha de Azcón abrió una posibilidad que veían nulas si el popular hubiera repetido la candidatura, porque admiten que se ha consolidado y que su proyecto personal tiene más tirón incluso que la marca PP.

No obstante, en el PSOE consideran que sus opciones también pasan por la fuerza que obtengan las formaciones a su izquierda para que no pase como en 2019, cuando la entonces candidata del PSOE a Zaragoza, la hoy ministra de Educación y portavoz del partido a nivel federal, Pilar Alegría, no logró el bastón de mando por el respaldo de Cs y Vox a su contrincante pese a que la de Alegría fue la lista más votada.