“No hombre, no. Vamos a resolverlo”, dijo Sánchez en los pasillos del Congreso cuando, a la salida de la sesión de control al Gobierno se le preguntó si le molesta que le pregunten contantemente por esta norma, cuya entrada en vigor ha derivado en rebajas de penas a condenados por delitos sexuales.

En las distintas intervenciones de la oposición al Ejecutivo se le ha interpelado también a Sánchez sobre las diferencias en el seno de la coalición para acometer la reforma de la norma y evitar más “efectos indeseados”, como ha denominado el Ejecutivo las consecuencias de la aplicación de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual.