Durante su respuesta al portavoz del PNV, Aitor Esteban, en la segunda sesión del debate de investidura, Sánchez le pidió que no mire siempre "el vaso medio vacío" con la cogobernanza porque en la pasada legislatura se completaron hasta 10 traspasos de competencias.

De manera que, dijo Sánchez, el “balance es francamente positivo” en la relación del Ejecutivo con el PNV porque “la política son soluciones” y están “siempre del lado de las soluciones”, gesto que quiso “agradecer” a la formación abertzale con la que cogobierna en Euskadi.

Al margen de estos apuntes, Sánchez aprovechó su intervención en varios momentos para atacar políticamente al PP por su “falta de proyecto” territorial y que “lo ha convertido todo en confrontación territorial”. Recordó que Feijóo, cuando era presidente de la Xunta de Galicia, reconocía que "había nacionalidades históricas en España".

De hecho, Sánchez se dirigió al presidente del PP para espetarle que “ha llegado a Madrid y tiene problemas para decir que hay que encajar la realidad catalana en la realidad del Estado español”.

Además, el presidente en funciones condenó la violencia ante las sedes socialistas y alertó de lo que supone la presencia, junto al líder de la “ultraderecha” de Vox, Santiago Abascal, en las protestas en la calle Ferraz junto a un periodista de Estados Unidos condenado por desinformar con mentiras. “Es una declaración de intenciones de cómo interpreta la política la ultraderecha”, basada, dijo Sánchez, en la “desinformación, la intoxicación de todo, para generar odio y fracturar la sociedad española”.