Sánchez manifestó a los periodistas en la recepción que ofrecieron los Reyes en el Palacio Real con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional que la llamada telefónica que mantuvo ayer con el líder de ERC, Oriol Junqueras, antes de reunirse con el portavoz de esta formación en el Congreso, Gabriel Rufián, se debe a que tiene una relación “diferente” con este partido y porque existe una “base” de trabajo, de negociación.

Por tanto, sobre si mantendrá una reunión o una conversación con el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, o con Puigdemont incidió en que se va a reunir con los grupos parlamentarios. Además, reconoció estar en “plena negociación” y destacó que hablará cuando se alcancen los acuerdos, hasta entonces “discreción”, insistió.

Sobre la investidura, destacó que las negociaciones “son complejas”, pero que “se avanza”. De hecho, aseguró que esta negociación es “más compleja” que la anterior. Sin embargo, garantizó que trabaja para que no haya elecciones de nuevo y abogó por no especular con que se vayan a celebrar unos nuevos comicios en enero.

El pasado 23 de julio, comentó Sánchez en la recepción en el Palacio Real, los españoles votaron que no hubiera un Gobierno del Partido Popular y Vox y aseguró entender que es “muy frustrante” para ellos porque pensaban que iban a ganar y la gente les dijo “no”. Además, subrayó que España es “más amplia” que la que ellos ven.

En este punto, puntualizó que los símbolos, España, la bandera y la Fiesta Nacional que se celebra hoy representa a "todos”, no solo a “ellos”. Sobre los pitidos, abucheos y los gritos de ‘qué vote Txapote’, destacó que lo “grave” no es que lo diga un ciudadano, sino que lo digan dirigentes de PP y Vox y nadie les exija rectificar.

Según Sánchez, siempre que hay un presidente del Gobierno socialista ocurre esto y añadió que hay un intento de apropiarse de los símbolos comunes por parte de la derecha. En este sentido, criticó que desde el PP han estado “calentando la calle”, pero matizó que esto a quien beneficia es a Vox y no a los populares.

Volviendo al partido de Alberto Núñez Feijóo, lo acusó de intentar nacionalizar el debate, y como ejemplo puso que lo está intentando con Israel. Para Sánchez, el PP no asume cómo es España y en sus filas existe una “ausencia” de proyecto político.