Así lo compartió en una reflexión que hizo durante la rueda de prensa de balance de 2023 que ofreció en el Palacio de La Moncloa cuando se le preguntó por los últimos incidentes en plenos locales con dirigentes del PP y Vox.

“Hay una polarización asimétrica” porque “hay gente que insulta y gente que somos insultados”, así como “partidos que son asediados y líderes políticos que incitan al asedio de esas fuerzas políticas”, comentó Sánchez recordando las protestas, algunas violentas, ante las sedes del PSOE en las últimas semanas.

“No es aceptable el nivel de insultos y descalificaciones de la oposición de las últimas semanas”, resumió Sánchez a la vez que consideró que, “desde el punto de vista social y mediático debería ser reprochable, cuando no condenable, que por parte de un líder de otro partido se diga que a un dirigente político le gusta la fruta".

“Me parece deleznable y demuestra el bajo nivel al que ha llegado la política y, en este caso, por parte de la oposición”, en referencia clara a las cestas de fruta que el PP, con Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, ha repartido a la militancia tras las palabras de la presidenta contra el jefe del Ejecutivo en el pasado debate de investidura.

Por su parte, Sánchez aseguró que su “compromiso” es no “entrar en ninguna de estas descalificaciones y responder al ruido con más ruido” sino apostar por la “urbanidad” y las medidas.

Aprovechó para repasar las medidas impulsadas o en las que trabaja este nuevo Ejecutivo de poco más de un mes que van desde miles de millones para la ciencia a la negociación para la subida del salario mínimo interprofesional.

Ese es, dijo, el “proyecto” del Ejecutivo frente la “descalificación” de la oposición, que busca “generar desafección y desmovilización” hacia la política para que haya un “descontento y desmovilización” con la misma cuando lleguen las citas electorales.