Así lo dijo desde Burgos, en un acto del PSOE tras el debate de la proposición de ley presentada por el PP y Vox en el Parlamento de Andalucía sobre Doñana, y acusar a la “derecha y la ultraderecha” de “negar la evidencia científica, negar la movilización de muchos jóvenes que quieren gobiernos comprometido con legarles a ellos un planeta habitable”.

Y, agregó, “en “el caso de Andalucía, incluso, negar la legislación europea y las advertencias de la Comisión Europea”, expresó el líder del PSOE que animó al combate de la emergencia climática que demandaban, recordó, los jóvenes en manifestaciones años tras alertando que el planeta “se iba a pique”.

“Vemos a una ultraderecha que niega la evidencia científica y la emergencia climática, pero también, en Andalucía, una derecha que no niega la evidencia científica pero actúa como si no existiera, esa es la cuestión”, avisó el jefe del Ejecutivo, que acusó “simple y llanamente” de “mentir” al vicepresidente de Castilla y León, Juan García Gallardo, por dudar de que el CO2 genera efectos perjudiciales para el medio ambiente.

BOICOT

Sánchez sufrió un nuevo intento de boicot, tras la irrupción sufrida en el mitin del lunes en Segovia. Según se percibía incluso por la propia emisión oficial del partido, la protesta contra los socialistas en el exterior del recinto era tan estruendosa que el ruido se colaba como fondo de las intervenciones.

La queja, según dirigentes del PSOE consultados por Servimedia, la protagonizaban unos 30 agricultores.

En las intervenciones de los dirigentes socialistas se escuchaba el eco de las protestas pero justo cuando empezó el presidente hubo mayor estruendo e intento de interferir en el acto del PSOE.

El propio Sánchez aludió a lo ocurrido cuando pidió que, en esta campaña electoral, en la que “ya” ve que hay “algún ruido", frente "al ruido, el insulto, las descalificaciones y bloqueos de siempre” hay “tres cosas” que estas quejas “no pueden tapar: el crecimiento económico, la fuerte creación de empleo y la paz social”, ensalzó.

Acto seguido, Sánchez volvió a presumir de los datos económicos y sostuvo que se trata de un “éxito de país, mal que le pese a los agoreros de siempre”, aunque también pidió mirar “al futuro con tanta precaución como esperanza” y con “orgullo por la buena marcha” de la economía.