SALVADOR CARDUS PRESENTA SU OBRA "EL DESCONCIERTO DE LA EDUCACION"
- El libro muestra las claves para entender el papel de la familia y la escuela en la formación de los más jóvenes
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Salvador Cardús presentó hoy en rueda de prensa su libro "El desconcierto de la educación", en el que se dan algunas claves para entender el papel que juega tanto la familia como laescuela en la formación de los más jovenes, el de la televisión con respecto a la educación o la cuestión de la inseguridad del futuro educativo que impregna la sociedad actual.
Salvador Cardús aseguró que "el libro no está escrito por ningún experto en educación", en alusión a sí mismo. "Tengo una visión desde fuera, aunque con mirada privilegiada por ser sociólogo, pero todo está sacado de las conferencias que ofrecí a lo largo de los años a padres y profesores que me preguntaban sobre los temas queles preocupaban".
El autor explicó que el libro tiene tres ideas claras: el exceso de moralismo, en el que señala que acercarse a la educación con términos morales puede ser causa de incomprensión; la hipótesis de que en el mundo de la educación existe un exceso de retóricas, por lo que la experiencia de los profesores puede quedar minorizada por la teoría, hasta el punto de quitar a esa experiencia la importancia que tiene, y por último, la crisis de los valores, en el que el problema no son los valoes sino las rutinas en las que se cae.
Cardús aseguró que "la educación no existe informativamente hablando en los medios de comunicación, porque en estos se habla de reforma del sistema educativo no de educación en sí".
José María Marina, escritor y catedrático de bachillerato en Madrid, hizo un análisis del libro y aseguró que "es una buena ocasión para hablar del tema de la educación y no de la reforma del sistema educativo".
"La gente da por hecho", prosiguió, "que hemos entrado en la soiedad del conocimiento y de la información, cuando realmente hemos entrado en la sociedad del aprendizaje, donde todos vamos a tener que aprender de modo continuado". El catedrático expuso que en la actualidad hay un síntoma de "victimismo", porque con el tema de la educación "todos sufren", refiriéndose a los educadores, alumnos y padres de alumnos.
En el tema educativo -agregó- la gente se limita a decir que no puede hacer nada, pero "todos pueden poner de su parte", razón por la que subrayó el hech de que "todos deberíamos actuar como si todo lo que hiciéramos tuviera gran repercusión educativa".
CONFUSION
"El desconcierto de la educación" plantea la confusión que existe tanto en padres como en profesores a la hora de dar una educación a los niños y adolescentes, así como en el momento de diseñar un plan educativo adecuado. Esta confusión repercute no solo a nivel familiar o de escuela, sino también a nivel social y económico, se señala en la obra.
En este sentido, José María Marina advitió que "es necesario hacer un debate social, porque al diseñar el modelo o sistema de estudios estamos diseñando el mundo cultural en el que queremos vivir dentro de diez años".
En el libro se plantea la idea de que el profesor debe ser como un entrenador, "porque los entrenadores son los que en la actualidad saben cómo se hacen las cosas", aseguró Marina.
Sobre este particular, agregó que, tal cosa es así "porque (los profesores) saben cómo hacer que los pequeños triunfos animen lo suficiente a equipo como para llegar a la meta". Por todo ello, el catedrático planteó la necesidad de establecer un vínculo entre profesor y alumno, de manera que la educación sea más eficaz.
De igual modo, la obra presentada expresa que la confusión existente en profesores y padres se basa en la falta de conocimiento sobre lo que deben y no deben tolerar del comportamiento de sus hijos.
Otro de los temas importantes que aborda es la falta de expectativa futura que se establece en la mente del adolescente, ues éste piensa que cuando termine sus estudios no va a tener nada que hacer, lo que le lleva a vivir el día a día sin esforzarse, a la vez que en la escuela tampoco se le exige lo necesario.
Una crítica a las sucesivas reformas educativas que se han ido dando a lo largo de los años es eso, la falta de exigencia, que se va incrementando según pasa el tiempo, a juicio de Marina.
Por este motivo, concluyó, se hace necesario que los centros educativos no solo estén abiertos al alumno, sino que todospuedan pasar por las aulas para saber cómo se imparten las clases y, de este modo, lograr que los padres "puedan exigir más a sus hijos y también a los profesores".
(SERVIMEDIA)
24 Abr 2001
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