Según informaron la Agencia para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología de la Universidad de Salamanca (Dicyt) y el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), las partículas de sal impregnadas en los suelos quedarán en suspensión con las corrientes de aire caliente, lo que perjudicará a los pacientes alérgicos.

En los días con calima se espera un aire "pesado y denso" que perturbará especialmente a los asmáticos, por lo que se recomienda a estos enfermos no salir de casa durante esas jornadas.

La citada experta destaca también la "agresividad" de los pólenes de las ciudades y una mayor incidencia en la población inmigrante, que al trasladar su residencia se encuentra con nuevos alérgenos a los que hacer frente.