La parlamentaria socialista explicó que repartir a los más de 200 inmigrantes rumanos en cinco campamentos provisionales por la región provocará "la existencia de cinco focos de posibles conflictos, por la llegada de más rumanos y las presumibles queas vecinales, con lo cual, en vez de resolver el problema, lo extenderán".

Con respecto al plazo de tres meses que se da a los rumanos para que demuestren su capacidad de integración, si no quieren ser devueltos a Rumanía, la ex consejera manifestó que esta medida le parece "una broma, ya que hasta setiembre no empieza el periodo escolar, y además ¿qué es eso de medir la capacidad de integración, como si fuese la temperatura corporal?; eso no es integración".

Según lo acordado, pasados los tres mses, las autoridades estudiarán la situación legal de los rumanos que hayan demostrado capacidad de integración, teniendo en cuenta la asistencia a cursos de español, la escolarización de los niños y el cuidado de los hijos.