Así lo indicó durante la comparecencia de Sánchez en el Congreso de los Diputados, solicitada por varios grupos parlamentarios, por el ‘caso Pegasus’, donde empezó su intervención preguntando al presidente del Gobierno “¿qué ha venido hoy a hacer aquí?" y dijo que con intervenciones como la de hoy la gente “cabal” cada vez son “menos” y “más débiles”.

Rufián comenzó a hacer preguntas que no le dejan hacer en comisiones de investigación sobre este tema porque las “vetan” aunque luego se le “llene la boca” de “transparencia”. Al respecto, explicó que un país cuya principal ley es “la del silencio, no es un país, es una mafia” y España “huele a cerrado”.

Entre otras preguntas, Rufián apuntó que las 18 personas espiadas legalmente solo comparten una cosa, “que es su ideología”. Ante esta situación, preguntó qué delito habían cometido, qué amenaza representaban. En este sentido, quiso saber qué amenaza representaba el actual presidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, quien fue espiado mientras ERC “negociaba” con el PSOE la investidura de Sánchez.

Asimismo, recordó que en España solo se puede espiar legalmente a una persona si es un narcotraficante, si forma parte de una organización criminal o si es yihadista internacional. “¿Cuál de estos 18 espiados era narcotraficante, un delincuente o un yihadista internacional?”, cuestionó. Dijo que el Gobierno considera al independentismo como “una amenaza tal” para el Estado “como el yihadismo internacional”.

También señaló que es importante saber si realmente en España hay gente “con placa” que se cree que este país “es tan suyo que no cabe nadie más y que contra ese nadie vale todo”. En este sentido, dijo que hay que saberlo porque significaría que el gobierno “no ha limpiado sus cloacas pensando que las puede controlar” y que son los mismos que también “les espían a ustedes al servicio de otros”.

Además, preguntó a Sánchez si está de acuerdo con la actitud de la ministra de Defensa, Margarita Robles, ante este caso de espionaje y Rufián dijo que se puede resumir en la siguiente frase: “Estoy muy orgullosa de los 3.000 hombres y mujeres del CNI”. “Patriotismo tóxico”, avisó, al tiempo que dijo a la ministra que “ama mal” a España porque frente a este caso “no se puede limitar a decir esto y ya está”.

Para acabar, tras las palabras del presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, en las que reprochó al portavoz de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, por acusar a la alcaldesa, Ada Colau, de usar el espionaje para ganar las elecciones, porque eso es “banalizar” el tema y “ofender a las víctimas” reales del mismo, Rufián le dijo: “Manuel Valls”. Y agregó; “Ya basta de romper puentes con ERC. Deja de ir tanto a Waterloo”, concluyó.