Rouco Varela hizo esta afirmación durante la homilía que pronunció en la misa por la fiesta de la Sagrada Familia celebrada en la madrileña plaza de Colón ante varios cientos de miles de fieles, la mayoría familias.

El purpurado afirmó que "no podemos, ni queremos" olvidar a los niños desde el momento de ser engendrados en esta celebración de la Sagrada Familia.

"Estremece el hecho y el número de los que son sacrificados por la sobrecogedora crueldad del aborto, una de las lacras más terribles de nuestro tiempo tan orgullos de sí mismo y de su progreso. Ellos son los nuevos 'Santos Inocentes'", sentenció Rouco Varela, que fue interrumpido en su discurso por los aplausos de los fieles.

A renglón seguido, Rouco Varela llamó la atención a la comunidad internacional sobre la pobreza de los niños y recordó que éstos son las víctimas más vulnerables de la familia.

Por ello, el cardenal pidió a los matrimonios que sigan el modelo de la Familia de Nazareth para afrontar las dificultades económicas, sociales, jurídicas, culturales, morales y espirituales "que se interponen en el camino de la plena realización de vuestra vocación de esposos y de padres cristianos".

En este sentido, el purpurado destacó que vivir el matrimonio según la ley de Dios "es hoy un reto formidable". "La cultura del relativismo egoísta, del interés y de la competencia de todos contra todos, y la cultura de la muerte son muy poderosas", apostilló.

ECOLOGÍA DEL HOMBRE

También dijo que "el lenguaje de la creación es claro e inequívoco respecto al matrimonio: un varón y una mujer, el esposo y la esposa que se aman para siempre y ¡dan la vida!".

Además, recordó al Papa, que hace pocos días dijo en su discurso de Navidad ante la Curia romana que "es necesrio que haya algo como una ecología del hombre, entendida en el sentido justo", refiriéndose al valor insustituible de la ley natural como garantía del bien de la persona humana y de la familia.

Rouco Varela concluyó su homilia reiterando su petición a los matrimonios de lo "bello" que es vivir como la Sagrada Familia de Nazareth. "Es posible y es necesario dar testimonio ante el mundo de la alegría honda y duradera que trae la familia cristiana".

"Es posible y urgente vencer la cultura de la muerte con la cultura de la vida. Se puede y urge vencer la cultura de la dura y egoísta competencia, ¡de la egolatría!, con la cultura del amor verdadero", recalcó.

PAPA

Antes de iniciarse la misa, en un altar que tenía en su parte superior el mensaje de Juan Pablo II "El futuro de la familia pasa por la familia cristiana", los fieles pudieron ver y escuchar al Papa, desde Roma, en su mensaje con motivo de la fiesta de la Sagrada Familia.

Poco después de saludar en castellano a los católicos españoles congregados en la plaza de Colón, el sonido se interrumpió, por lo que los allí presentes no pudieron escuchar el final del mensaje de Benedicto XVI.

En ese discurso, el Papa dijo a las familias que no permitan que sus lazos se desvirtúen y que el modelo es la Familia de Nazareth.

La eucaristía estuvo concelebrada por los tres obispos auxiliares de Madrid, los cardenales arzobispos de Toledo y Valencia y los obispos de Oviedo, Granada, Santiago, Mallorca, Cuenca, Bilbao, Cádiz, Segovia, Zaragoza, Ibiza, Lugo, Orense, Palencia, Getafe, Palencia, Jaén, Teruel y Albarracín, Cartagena-Murcia, Huesca-Jaca, Málaga, Ávila, Osma-Soria y Segovia. En esta misa también participaron 500 sacerdotes, que en el momendo de dar la comunión, se trasladaron, unos a pie, y otros en furgonetas hasta los fieles.