Papa Francisco
Roma despide a Francisco con un 'gracias' multitudinario y el ‘milagro’ diplomático de Trump y Zelenski
- Asisten 160 delegaciones oficiales de países de todo el planeta, con 50 jefes de Estado y 10 monarcas
- 220 cardenales, 750 obispos y casi 4.000 sacerdotes de todo el mundo participan en el funeral
- Sus restos quedan enterrados en Santa María la Mayor, junto al icono de la Virgen 'Salus Populi Romani' que tanto admiraba el argentino

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Más de 250.000 personas despidieron este sábado al papa Francisco con pancartas de 'gracias' en el funeral en el Vaticano, adonde acudieron 50 jefes de Estado y miembros de 10 casas reales. Según cifras oficiales, hasta un millón de personas estuvieron en la capital, muchas en el trayecto que el féretro recorrió hasta la basílica de Santa María la Mayor, donde fue enterrado en una ceremonia íntima.
Precisamente, la multitudinaria despedida de Francisco acogió una inesperada reunión diplomática entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que algunos vaticanistas como la argentina Elisabetta Piqué definieron como un "milagro" del Papa, aún de cuerpo presente.
Antes de que comenzara la misa exequial en el atrio de la basílica de San Pedro, Zelenski y Trump mantuvieron un encuentro dentro del templo. Eran pocos minutos antes de las 10 de la mañana y los mandatarios se sentaron en dos sillas a escasos metros del altar donde estaban los restos mortales de Francisco dentro del féretro sellado desde la noche del viernes.
El cara a cara entre Trump y Zelenski rompió el hielo después de que el estadounidense criticase al ucraniano por rechazar su propuesta de paz con Rusia, en la que Kiev debería ceder Crimea y el resto de los territorios ocupados. Zelenski indicó este sábado en sus redes sociales que fue “una reunión muy simbólica que tiene el potencial de convertirse en histórica si logramos resultados conjuntos”.
Además de ellos, el funeral del papa Francisco congregó a 160 delegaciones oficiales de países de todo el planeta, entre las que destacó la presencia de 50 jefes de Estado y 10 monarcas.
La ubicación de los dirigentes se estableció para la ceremonia según el orden alfabético del nombre del país en francés, lo que permitió a Trump intercambiar apretones de manos durante el momento de la paz con el Rey de España y el presidente francés, Emanuele Macron.
Todos los mandatarios destacaron por lucir luto riguroso, salvo Trump, que vistió un traje azul, y pudo verse a Felipe VI persignarse ante el paso del ataúd con los restos de Francisco. Al otro lado del altar, sobresalía la mancha roja que formaba la nutrida representación de cardenales y obispos.
El funeral transcurrió en profundo silencio, en signo de respeto, sólo interrumpido por el coro vaticano, el graznido de las gaviotas romanas y los motores de los helicópteros, signo del importante dispositivo de seguridad desplegado este fin de semana en Roma, convertida en capital del mundo por la muerte del papa Francisco. Más de 11.000 agentes de distintos cuerpos policiales y militares, de varios países, blindan estos días las inmediaciones del Vaticano.
En la misa también participaron 220 cardenales y 750 obispos, además de casi 4.000 sacerdotes de todo el mundo que ayudaron a distribuir la comunión por la plaza, donde se podían ver pancartas con la citada palabra ‘gracias’. Muchos de ellos usaron gafas de sol y gorras por recomendación del Vaticano, debido al día soleado que regaló Roma en la despedida del 266 papa de la Iglesia católica.

RECUERDO A FRANCISCO
Durante la homilía, el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, subrayó que el difunto papa "imploró incesablemente la paz", que llamó a la "sensatez" y a "una negociación honesta para encontrar soluciones".
"La guerra no es más que muerte, siempre deja al mundo peor de cómo era anteriormente", continuó el prelado en otra referencia al pontífice argentino cuando apenas se conocía el encuentro entre Trump y Zelenski.
Re añadió ante mandatarios de todo el mundo, que el Papa fallecido defendía que la guerra “es siempre para todos una derrota dolorosa y trágica”. Por ello, en línea con Francisco, pidió tender “puentes y no muros”. En ese momento de la homilía, el cardenal decano fue interrumpido por los aplausos de los fieles.
Precisamente, en su testamento espiritual, Francisco destacó que “el sufrimiento que se hizo presente” en la última parte de su vida lo ofreció en sacrificio “por la paz mundial y la fraternidad entre los pueblos”. Y, en vida, protagonizó numerosos llamamientos por la paz, presentándose incluso de improviso en la embajada de Rusia en Roma tras el ataque a Ucrania.
Al inicio de la homilía, Re apuntó que el nuevo papa tendría que ser un “buen pastor” como Francisco. En línea con el Evangelio que se leyó en la ceremonia, recordó que "será la tarea constante de Pedro y sus seguidores un servicio de amor, a imagen del maestro y nuestro señor Jesucristo".
La homilía también repasó el legado del pontífice, su cercanía a todas las personas, “especialmente a los últimos” y a las "periferias". “Ha sido un papa en medio de la gente” que buscó “iluminar con la sabiduría del Evangelio los problemas de nuestro tiempo”, un momento histórico que Bergoglio calificó como de “cambio de época”.
Según Re, Francisco se dirigió “incluso a las personas alejadas de la Iglesia” de manera “espontánea e informal”. “Misericordia y alegría del Evangelio son palabras del papa Francisco”, remarcó, para también subrayar su defensa de la “cultura del encuentro” frente a “la cultura del descarte”, el diálogo interreligioso y la defensa de una Iglesia “como hospital de campaña”, “con las puertas siempre abiertas”.
El decano concluyó con una petición a Francisco, que siempre pidió oraciones por él: “Te pedimos a ti que reces por nosotros y te pedimos que desde el cielo bendigas a la Iglesia, a Roma, al mundo entero como hiciste el pasado domingo desde el balcón de esta basílica, en un último abrazo con todo el pueblo de Dios, pero también con la humanidad que busca la verdad con corazón sincero y mantiene en alto la antorcha de la esperanza”.

SANTA MARÍA LA MAYOR
Tras la misa exequial, que se prorrogó durante más de dos horas, el féretro recorrió el centro de Roma en papamóvil, vehículo que estuvo escoltado por motocicletas de los Carabinieri y varios coches. Miles de personas, agolpadas en las aceras, aplaudieron y vitorearon a Francisco durante su paso.
Tras bordear el Coliseo, la comitiva llegó a la basílica de Santa María la Mayor pocos minutos de las 13 horas. La recibieron el tañer de las campanas del templo y miles de personas que llevaban horas aguardando la oportunidad para despedir el papa de “todos, todos, todos”.
Entre ellos, según pudo saber Servimedia, se encontraba un grupo de católicos palestinos, a los que la muerte de Francisco los sorprendió, como a otros muchos, con el viaje preparado por la canonización del adolescente italiano Carlo Acutis este 27 de abril, que ha sido suspendida. También estaban ahí varios españoles y personas sin hogar que pudieron conocer a Francisco en alguna de sus actividades dedicadas a los colectivos más desfavorecidos. Todos ellos siguieron la misa a través de pantallas, como las muchas instaladas por Roma para despedir al papa Bergoglio.
Ya a puerta cerrada para fieles y cámaras, el cardenal camarlengo, Kevin Farrell, presidió el rito de la inhumación, en el que estuvieron familiares del pontífice y un grupo de cardenales y clérigos. Antes de llegar a la capilla donde se encuentra la tumba, los catorce sediarios que transportaron el ataúd se detuvieron frente al icono de la Virgen 'Salus Populi Romani', muy querida por el papa argentino, por lo que quiso enterrarse en este templo y no en el Vaticano.
Cuatro niños depositaron ante la Virgen las rosas blancas con las que un grupo de personas vulnerables y pobres, los colectivos 'preferidos' de Francisco, le recibieron en la escalinata de esta basílica.
La inhumación fue breve, con el rezo de salmos y antífonas en latín e italiano. Tras el padrenuestro, sobre el ataúd de madera y zinc (que Francisco eligió simplificar y no usar el triple ataúd como sus predecesores), se imprimieron los sellos del cardenal camarlengo, de la Prefectura de la Casa Pontificia y la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.
A renglón seguido se le dio sepultura y un notario levantó fe del entierro con un documento rubricado por el camarlengo y otros responsables eclesiales.
TUMBA SENCILLA
La tumba de Francisco se encuentra en una pequeña capilla adyacente a la capilla paulina de Santa María la Mayor. La tumba está cubierta por una sencilla lápida realizada en mármol italiano en recuerdo los abuelos del papa argentino y con la inscripción en latín 'Franciscus'. Más arriba, la cruz con la imagen del Divino Pastor como la del pectoral que solía usar.
Según las previsiones, los fieles podrán visitar la tumba del papa Francisco desde este domingo. De hecho, se espera que los más de 200 cardenales presentes en Roma acudan juntos este domingo por la tarde a visitarlo y a rezar por él, antes de sumergirse en el procedimiento de elegir nuevo papa en un cónclave que se celebrará, según la normativa vaticana, dentro de más de una semana.
(SERVIMEDIA)
26 Abr 2025
AHP/MGN/pai