"No creo que haya ningún acoso judicial contra el PSOE ni contra ningún partido", comentó. "Puede haber resoluciones judiciales acertadas y otras que no estén acertadas, y puede darse, a veces, una situación un tanto apasionada, porque los maistrados y los fiscales son personas que pueden apasionarse en la defensa o en la acusación".

Preguntado sobre el clima de corrupción que se respira en la vida política española, Miquel Roca afirmó: "Tengo la sensación de que hay una excesiva tensión alrededor de estos temas que no sé si favorece a nadie, sobre todo si favorece a las instituciones y a la credibilidad de las mismas".

En su opinión, "hay que vigilar cualquier intento de descrédito institucional o de mal funcionamiento político, porue, al final, es el conjunto del país el que lo paga. No nos dejemos arrastrar por una 'italianización' de la vida política y social española, porque lo pagaríamos muy caro. Hay que hacer lo que se tiene que hacer, pero hagámoslo de tal manera que dentro de un tiempo no nos hayamos de arrepentir".

Respecto a sus relaciones con la dirección de su partido, Convergència Democràtica de Catalunya, el ex secretario general comentó que son "excelentes". "No me he sentido nunca mandado, sino con un fácil diálgo con toda la gente del partido. Nunca tendré mejores relaciones con el PSOE que con mi partido".

Sobre su posible vuelta a la Secretaría General de Convergència, dijo que sólo será posible si cambian "las circunstancias en el funcionamiento de la coalición" que provocaron su salida.

Agregó que las relaciones con el PSOE no son ni buenas ni malas y que, dado que "no somos un partido de oposición sistemática, si vemos una cuestión en la que es posible coincidir y que esta cincidencia se puede traucir en algo que es bueno para el país, lo haremos. Si vemos algo en lo que no es posible coincidir, no coincidiremos".