Rigol manifestó, durante su intervención en una tertulia de Catalunya Ràdio, que "tanto Convergència como Unió estamos jugando con fuego" e "imbuyendo a nuestra gente a que esto es una cosa casi irremediable", refiriéndose a la posibiidad de un ruptura de la coalición. "Cuando queramos pararlo nos costará mucho", agregó.

Según el dirigente de Unió, "estamos alimentando una situación de facto en la que esto se nos hace cada vez más difícil. O hay una inflexión importante en el mensaje que damos responsablemente o estamos jugando con fuego".

Por su parte, el líder del partido, Josep Antoni Duran Lleida, atemperó las declaraciones de Joan Rigol horas después, tras haber mantenido una conversación telefónica con el secretario genral de CDC, Pere Esteve, en la que éste le comunicó que no estaba en la voluntad de su partido contemplar la ruptura de CiU.

Duran Lleida dijo que "Unió no se plantea ninguna alternativa que no sea con CDC. No se nos ha pasado por la cabeza, y ya no pienso desmentirlo más, la posibilidad de una operación con el PP ni tampoco la posibilidad de comparecer, con otras fuerzas, con un nuevo frente antipujolista".

El presidente del comité de gobierno de UDC hizo estas manifestaciones tras reunirse con l primer secretario de los socialistas catalanes, Narcís Serra, en la sede del PSC, para hablar de la posibilidad de crear un frente de todos los partidos para conseguir mayores cotas de autogobierno.