El borrador de la declaración final de esta 'cumbre', que negocian expertos de los 23 países participantes, expresa el repudio a la citada ley norteamericaa por considerar que vulnera la soberanía de los estados, por tener una aplicación extraterritorial, por violar las normas internacionales de comercio, por ser contraria a los principios del derecho internacional y por socavar la solidaridad.

Los gobiernos iberoamericanos van a reafirmar su compromiso con la democracia, el pluralismo político, el respeto a los derechos humanos y el derecho de cada pueblo a la autodeterminación en paz, la estabilidad y la justicia.

Uno de los documentos que será arobado por la conferencia establece el compromiso de luchar contra la pobreza y el tráfico de drogas, así como en favor de la adopción de medidas que incrementen la confianza entre los países y el desarme.

Aznar aprovechará la 'cumbre' para mantener una serie de encuentros bilaterales con presidentes de las repúblicas iberoamericanas. En el Palacio de la Moneda se reunirá con el anfitrión de la 'cumbre', el presidente chileno, Eduardo Frei.