El estado de salud de don Juan de Borbón no ha experimentado variaciones en las últimas horas. El último parte médico hecho público anoche indicaba que "permenece dormido y tranquilo y con unas constantes vitales dentro de límites normales, esto significa una estabilización aunque su estado de salud sigue siendo grave".

La mejoría en la situación del conde de Barcelona era palpable ayer en el rostro de su hijo don Juan Carlos, quien, a pesar de las profundas ojeras surgidas con el paso de los días, mostraba una amplia sonrisa al abandonar la Clínica Universitaria poco antes de las dos del mediodía en compañía del jefe de Otorrinolaringología, Rafafel García-Tapia.

Don Jua Carlos almorzó en un restaurante de Pamplona con su hermana doña Pilar y doctor García-Tapia, quien por expreso deseo del rey se trasladó hasta el estaurante en el vehículo que conducía el propio don Juan Carlos.

Durante el fin de semana el conde de Barcelona recibió la visita del presidente del Gobierno navarro, Juan Cruz Alli, y posteriormente, en la noche del sábado la del Nuncio del Papa en España, monseñor Tagliaferri, que acudió a la Clínica Universitaria acompañado del obispo de Pamplona, José María Cirarda.

Monseñor Tagliaferri rezó unos minutos por don Juan y le dio su bendición antes de abandonar el centro sanitario, tras charlar nos minutos con don Juan Carlos.