El titular del departamento, Jordi Solé Tura, pidió disculpas a los medios de comunicación por la filtración, "sin nuestro conocimiento y sin nuestro acuerdo", de la encuesta sobre hábitos culturales.

Ante la aparición de esos datos, el Ministerio optó por convocar una rueda de prensa urgente para dar a conocer la totalidad delos resultados de la encuesta, "aunque no son los definitivos, y por eso no los habíamos difundido aún", afirmó Solé Tura.

El coste total de este estudio ha sido de 42 millones de pesetas, sobre los 40 que estipulaba el concurso público del Ministerio de Cultura, adjudicado a Grupo Metis.

El director del equipo de trabajo que ha realizado el análisis, José Luis Azcárraga, advirtió que los datos contienen algunos sesgos y matizaciones que pueden confundir, como es el hecho de que al contabilizar ls libros que se compran en nuestro país no se tienen en cuenta los de texto o los folletos.

En este sentido, el director general del Libro y Bibliotecas, Federico Ibáñez, señaló que los datos del estudio, elaborado por Grupo Metis, indican 100 millones de volúmenes de ventas, mientras que el ISBN, que es el registro mercantil oficial, apunta 210 millones de volúmenes, porque incluye todo lo publicado.

Azcárraga indicó que ése y otros baremos, que pueden inducir a error, porque no son cifras totals, responden a la voluntad de cotejar los resultados con estudios realizados en otros países como Francia o Gran Bretaña.

"Los resultados", dijo el coordinador del trabajo, "comparados a esos otros países, son ligeramente inferiores, pero a poca distancia, especialmente en lo referente a los hábitos culturales de los jóvenes".

También señaló Azcárraga que algunos datos son poco precisos, porque hay que fiarse de las respuestas de los encuestados. "Por ejemplo, el 12 por ciento se declararon aficinados a la ópera y, sin embargo sólo un tercio de ésos han acudido a algún espectáculo o ha escuchado un disco de este género en el último año", explicó.

Destacó el profundo cambio que ha experimentado la distribución por sexos de las costumbres culturales en los últimos diez años, ya que en 1980 la participación de mujeres en estas actividades era muy baja y actualmente supera a la masculina.

Solé Tura, al referirse a la crisis de asistencia de los españoles a las salas de cine, precisó que el dscenso no es homogéneo, ya que "si bien la media es del 39 por ciento, las cifras de jóvenes se sitúa en el 78 por ciento y la de ancianos en el 8 por ciento; aparte de que el seguimiento de cine en televisión es del 90 por ciento de la audiencia".