Aunque la reserva hidráulica se encuentra a 56 por ciento de la capacidad total de los embalses, la situación difiere notablamente de unas cuencas a otras.

Los déficit más importantes se localizan en las cuencas del Segura y el Júcar, cuyos embalses se encuentran al 22 y al 27 por ciento de su capacidad total. Sin embargo, dentro de la cuenca del Júcar algunas zonas sufren una situación de casi total escasez, como en el área del Mijares, en Castellón, donde los pantanos están sólo al 13 por ciento de su capacidad total.

En la Marisma Baja en Alicante, en una zona que acoge decenas de miles de turistas en verano, ya que incluye la población de Benidorm, las reservas apenas superan el 23 por ciento de la capacidad de embalse.

Ante la posibilidad de que se puedan producir restricciones en los meses estivales, el Consejo de Ministros ha autorizado un trasvase desde la cabecera del Tajo para garantizar el abastecimiento.

La previsión es más optimista en la cuenca del Sur, donde los emblses están al 45 por ciento de su capacidad y cuenan con recursos para garantizar el abastecimiento a núcleos urbanos durante los dos próximos años, según informaron hoy a Servimedia fuentes de esta confederación.

La previsión es similar en el Guadiana, donde sólo la zona que comprende la provincia de Ciudad Real presenta una situación que se puede catalogar como de escasez.

En la cuenca del Guadalquivir las provincias que cuentan con menos reservas son Ciudad Real, Sevilla y Huelva, aunque en esta última los pantanos se encuentran por encima de 54 por ciento de su capacidad total.

Los embalses de la mitad norte peninsular presentan una situación de absoluta normalidad en esta época del año y no hay en esa zona riesgo de desabastecimiento, ya que los pantanos de la confederación del Norte están al 74 por ciento de su capacidad, los del Duero al 58 por ciento, los del Tajo al 52 por ciento y los del Ebro al 75 por ciento. La excepción es Cataluña, donde las reservas se encuentran por debajo del 35 por ciento.