Según informó hoy el Gobierno regional, en la operación, realizada el pasado lunes, han colaborado la Federación de Asociaciones de Protección Animal (FAPA), el servicio de recogida urgente de animales de la Comunidad de Madrid, (Vetercam), y el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona).

Esta actuación ha sido motivada por las pésimas condiciones en las que se encontraban los animales, algunos de ellos encerrados, en grupos de cuatro o cinco perros, en el interior de furgonetas y autocaravanas en estado de abandono, mientras otros estaban en espacios cercados por materiales en desuso y en estado higiénico muy deficiente. Todos los alojamientos presentaban gran acumulación de excrementos y residuos orgánicos sobre los que dormitaban los animales.

En la finca donde se encontraban, sin cercar, se acumulaba abundante cantidad de basura que hacía de la zona un lugar idóneo para el anidamiento de plagas, con el consiguiente riesgo de transmisión de enfermedades a los animales y personas que pudieran tener acceso a ella.

Según el Ejecutivo autonómico, llamaba la atención la existencia de varios carritos de la compra que eran utilizados como jaulas para alojar a los cachorros. Los perros apenas disponían de acceso a agua y alimentación, a excepción de pan molido y restos de pollo secados al sol sobre el techo de los vehículos.

Los animales carecían de microchip y de cualquier control sanitario, presentando algunos de ellos signos de sarna y heridas sin tratar, motivadas posiblemente por las peleas que mantenían unos contra otros por su subsistencia.

Los perros eran mantenidos en estas condiciones sin ningún control sobre la reproducción de las hembras, por lo que su número aumentaba constantemente. El propietario de los animales se enfrenta a varias sanciones por infracción muy grave de la Ley 1/1990 de Protección de los Animales Domésticos de la Comunidad de Madrid. Cada infracción puede ascender a 15.025 euros.

Los perros han sido trasladados al Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad de Madrid, en Colmenar Viejo, y a albergues de sociedades protectoras colaboradoras. En estos centros van a recibir los oportunos cuidados veterinarios y a pasar el periodo de cuarentena.