La secretaria de la FAPA, Matilde Cubillo, explicó hoy a Servimedia que una de la hijas de la inquilina del caserío llamó a la federación pidiendo ayuda porque su madre había provocado una situación insostenible para decenas de gatos vagabundos que había amontonado en su vivienda.

Tras realizar una primera inspección, miembros de la FAPA comprobaron que seis gatos vivían en un cuarto oscuro de unos cuatro metros cuadrados y sin luz natural desde hacía seis años.

La propia dueña del caserío, según Cubillo, afirmó que alimentaba a los animales por una rejilla y que los mininos estaban encerrados por temor a que se le escaparan y a que "los gatos de la calle les pegaran".

En esta habitación, los defensores de los animales encontraron, entre excrementos y orines descompuestos, tres esqueletos de gatos. "Sospechamos que, como tenían mucha hambre, se comían lo cadáveres y también las camadas de los cachorros recién nacidos", añadió Cubillo.

Además, unos 60 gatos se arremolinaban, a la intemperie y sin cobijo de la lluvia y de las bajas temperaturas, dentro de un jaulón de unos ocho metros cuadrados y aislado de la parte principal de la vivienda.

En este habitáculo miembros de la FAPA también vieron ocho o nueve esqueletos de gatos y la misma situación que en el cuarto, sólo que en este caso los animales llevaban encerrados cuatro años.

Además, en la casa convivían seis gatos, uno de los cuales llevaba tres años sin salir de una caja de cartón.

Ante todo esto, varias personas de la FAPA acudieron a la vivienda para rescatar a todos los animales y distribuirlos después en los diferentes albergues de la federación.

Cubillo aseguró que "todos los gatos estaban desnutridos y deshidratados porque sólo se les daba de comer arroz y pan duro" y varios tenían "todo tipo de parásitos y enfermedades como la sarna".

"Una vez más, un amor equivocado a los animales ha hecho que se hayan acumulado en condiciones horribles un montón de gatos en una vivienda. Esto también se produce porque las Admnistraciones Públicas no ponen remedio para recoger las mascotas abandonadas y para hacer campañas de concienciacion y de esterilización", concluyó Cubillo.

La FAPA también realizó recientemente dos grandes rescates de animales: el pasado mes de mayo recuperó a unos 160 perros de Valdemingómez y en diciembre, unos 140 canes de Portillo (Toledo) que un señor acumuló por una promesa hecha a Dios, ya que unos perros le salvaron del ataque de unos toros cuando era menor de edad.