Tras reiterar que el PSOE actúa como si las relaciones entre ambas formaciones hubieran quedado rotas, señaló que es "casi de mala educación" interrumpir los contactos previstos alegando que IU tiene problemas porque, a pesar de la crisis que ha atravesado, "nunca ha dejado de existir una dirección" de la coalición con la que hablar. Frutos insistió, durante un desayuno con periodistas, en la necesidad de abrir un debate sobre los programas de ambas formaciones, para intentar llegar a acuerdos sin imposiciones de ninguna de las partes.

Cuestiones susceptibles de discusión serían, por ejemplo, la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales, el estudio de soluciones para evitar la privatización de empresas públicas "a cualquier precio" o la política fiscal del Gobierno popular.

Frutos reconoció que la relación entreIU y CCOO se ha ido "desdibujando" y señaló que, en las relaciones con los sindicatos, lo mejor es pensar que cada uno ha de estar en su casa "y Dios en la de todos".

Asimismo, pronosticó "serios problemas" para el movimiento obrero en los próximos años porque el PP está actuando "con las manos libres y casi con impunidad".

El debate de la Quinta Asamblea de IU, que se celebrará el próximo fin de semana, girará en torno a la economía, la defensa y el desarrollo del sector público, el cuidado del edio ambiente y su compatibilidad con el desarrollo, la defensa de una sociedad igualitaria, los mecanismos de la construcción europea, la paz, el empleo, y el modelo de Estado.

En este sentido, Izquierda Unida se define ante su Quinta Asamblea como un proyecto encaminado a "transformar gradualmente el sistema capitalista vigente económico, social y político, en un sistema socialista democrático fundamentado en los principios de justicia, igualdad y solidaridad, y organizado con forma de Estado de Dercho, Federal y Republicano".