El Ministerio explicó en una nota de prensa remitida este viernes que esta evolución positiva de la renta agraria está asociada al comportamiento que ha tenido la producción de la rama agraria -que engloba la producción vegetal y la producción animal-, la cual se situó en una cifra récord de 65.081 millones de euros, un 3,3% más que en 2022.

El aumento del valor de la producción y de la renta agraria “se fundamenta principalmente en la subida de los precios y en el descenso de los costes tras los máximos registrados en 2022”. Por su parte, la Renta Agraria por Unidad de Trabajo Anual (UTA) aumentó un 16,9%, hasta alcanzar los 39.535 euros.

PRODUCCIÓN VEGETAL

Por su parte, la producción vegetal descendió un 3,4%, hasta los 35.741 millones de euros debido a “la disminución de las cantidades producidas en un año marcado por una primavera inusualmente seca y cálida en todo el país”.

Los cereales sufren un importante descenso de un 50% con motivo “tanto de la sequía, que hizo reducirse su cosecha un 34,7%, como del descenso de los precios un 23,7% tras un año en los que fueron extraordinariamente altos”.

Asimismo, el Ministerio destacó el “notable” descenso del aceite de oliva un 29,4% en la campaña 2022-2023 debido a “su escasa cosecha que se ha visto compensada con un significativo incremento de precios”. También se redujo el valor de la producción de vino y mosto un 20%, “fundamentalmente por la corta vendimia registrada”. En este ejercicio destacan el comportamiento positivo de las frutas y hortalizas, que suben un 16,9% y un 8,8%, respectivamente.

PRODUCCIÓN ANIMAL

Respecto a la producción animal, ésta alcanzó su valor récord de 27.685 millones de euros “exclusivamente por un aumento de sus precios”, ya que la cantidad producida descendió respecto al año anterior un 2,5%. Destaca el porcino con un incremento del 16,3% y las aves con una subida del 6%, así como la leche en un 21,1% más y los huevos un 32,2%.

Los consumos intermedios registraron un descenso del 4,6% y alcanzaron los 32.155 millones de euros combinado con un descenso de precios del 5,3%. Este comportamiento viene determinado principalmente por los piensos (-2%), la energía y lubricantes (-32,2%) y los fertilizantes (-13,6%).