Cumbre del Clima
Las renovables cuestan un billón de dólares menos al año que el CO2 capturado y almacenado
- Según un informe de la Universidad de Oxford
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Una fuerte dependencia de la captura y almacenamiento de carbono (CCS, por sus siglas en inglés) para alcanzar las cero emisiones netas de gases que calientan el planeta en 2050 sería “enormemente perjudicial” económicamente porque cuesta al menos 30 billones de dólares más que apostar por las energías renovables, la eficiencia energética y la electrificación, esto es, aproximadamente un billón de dólares anuales más.
Así se desprende de un nuevo informe de la Escuela Smith de Empresa y Medio Ambiente de la Universidad de Oxford (Reino Unido), dado a conocer este lunes coincidiendo con la 28ª Cumbre del Clima (COP28), que se celebra estos días en Dubái (Emiratos Árabes Unidos).
La CCS podría ocupar un lugar destacado esta semana en la COP28 y se espera que los principales países productores de petróleo y gas revelen objetivos compartidos de almacenamiento de carbono.
Pero el análisis de Oxford sugiere que implementar esa técnica en toda la economía, en lugar de solo en un puñado de sectores esenciales, tiene poco sentido desde una perspectiva financiera.
El informe ofrece estimaciones de costes para dos conjuntos diferentes de vías hacia cero emisiones netas en 2050: uno que utiliza CCS para mitigar aproximadamente una décima parte de las emisiones actuales y otro que lo emplea para mitigar la mitad de las emisiones actuales.
Con datos de costes de tecnología más recientes, el informe concluye que una ruta con una alta dependencia de CCS costaría aproximadamente un billón de dólares por año más que otra que apueste más por las renovables, una cifra probablemente por debajo de lo real, según los autores.
"Depender de altos niveles de CCS como solución general para facilitar el uso continuo de combustibles fósiles costaría a la sociedad alrededor de un billón de dólares adicionales cada año; sería enormemente perjudicial desde el punto de vista económico", sentenció Rupert Way, investigador asociado honorario de la Escuela Smith de Empresa y Medio Ambiente de la Universidad de Oxford.
Way subraya que será necesario emplear la técnica CCS en casos de sectores con difícil reducción de emisiones, pero destaca que las energías renovables son ya más baratas que los combustibles fósiles en muchos sectores y se espera que sean más económicas en el futuro.
"Cualquier esperanza de que el coste de la CCS disminuya de forma similar a la de las tecnologías renovables como la solar y las baterías parece infundada", sentencia Way.
“SE PUEDE LOGRAR”
El volumen de CO2 que se captura y almacena en todo el mundo se ha duplicado en la última década hasta alcanzar 49 millones de toneladas de CO2 al año.
“Los gobiernos deben tomarse en serio la CCS y eso significa tres cosas: aumentar la inversión, ceñirse a los casos de uso esenciales y ser muy claro que la CCS no puede ser una solución general. Es probable que sea necesaria para algunas industrias y tal vez para las emisiones negativas, pero verla como una forma de compensar la quema continua de combustibles fósiles es de ser analfabeto económicamente”, indica Richard Black, autor del estudio e investigador honorario del Instituto Grantham del Imperial College de Londres (Reino Unido).
Black concluye: “Centrar las estrategias nacionales y globales de descarbonización en una rápida ampliación de las energías renovables y la casi eliminación del uso de combustibles fósiles nos dejará en mejor situación y sabemos que se puede lograr”.
(SERVIMEDIA)
04 Dic 2023
MGR/gja