La dirección de Renfe ha empezado a mantener contactos con todos los sindicatos del Comité General de Empresa por separado, y hoy lo ha hecho con CCOO, considerada como la central más dura en sus posiciones, ante la negociación colectiva de la empresa.

Según fuentes de la emprea consultadas por Servimedia, la estrategia de Renfe es reabrir las negociaciones para que se desconvoquen las huelgas previstas en las próximas semanas.

Un calendario de movilizaciones que encierra una seria amenaza para la compañía, puesto que las huelgas anunciadas por el SEMAF tienen fecha del 22 y el 30 de diciembre, y la del Comité General de Empresa, del 23, es decir, todas en vísperas de las principales fiestas de Navidad y cuando se espera el mayor tráfico de pasajeros con este motivo.

Sn embargo, el equipo presidido por Mercé Sala limita su inicitiva a ofrecer a los sindicatos un aumento salarial en 1994 que no desvelará, hasta que los representantes de los trabajadores entren a negociar aspectos que considera fundamentales, como la movilidad geográfica y funcional de las plantillas.

La dirección considera imprescindible un avance en estos asepctos, por que de ellos depende la aplicacón del Plan de Empresa hasta 1997 y el cumplimiento de los objetivos de mejora de la cuenta de resulados en todas las unidades de negocio, y que anuncian incluso beneficios en Mercancías y Largo Recorrido. De hecho, la empresa volvió a anunciar hoy por segundo mes consecutivo, unos beneficios en el negocio de Cargas de 19 millones en noviembre, lo que reduce el déficit de esta actividad a 3.242 millones d epesetas, un 51,4 por cien menos de los que se registraron en la misma fecha del año pasado.

De conseguir su objetivo, Renfe contaría con un marco de relaciones laborales definido hasta 1996, con amwentos salariales y plan de abandono voluntario del puesto de trabajo mediante bajas incentivadas y prejubilaciones, tal y como ya tiene pactado con la mayoría de la representación sindical de la empresa.