Según los datos avanzados por el director comercial de Renfe, Víctor Bañares, y los publicados por AENA, ambas compañías cerraron el pasado ejercicio con más de 23 millones de pasajeros.

El pasado año estuvo marcado por la puesta en servicio de las líneas de alta velocidad que unen Madrid con Barcelona, Málaga y Valladolid.

Con ello, Renfe pasó de 18,5 millones de pasajeros en 2007 a superar los 23 millones en 2008. Dichas cifras suponen un incremento del 24%. Por el contrario, Iberia pasó de 26,9 millones de pasajeros en 2007 a 23,3 en 2008, lo que representa una pérdida del 13,3%.

El descenso en el número de pasajeros de la aerolínea presidida por Fernando Conte es mucho más acusado en los vuelos nacionales, que pasaron de 13,6 millones a 10,3, un 24,2% menos.

De hecho, esta misma semana el propio Fernando Conte adelantó, durante la celebración del Día del Inversor de Iberia, que los beneficios de la aerolínea caerán un 90% en 2008 como consecuencia, además de la puesta en servicio de las nuevas líneas AVE, del alto precio del petróleo en la primera mitad del año y de la crisis financiera internacional.